En su opinión, los inmigrantes sufren "de forma desproporcionada", tanto dentro como fuera de Europa, el paro, la discriminación y la desigualdad de oportunidades en escuelas y centros de trabajo
El secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki Moon, ha mostrado ayer ante la Eurocámara su preocupación por el discurso contrario a la inmigración que se está abriendo paso en Europa y criticado a quienes utilizan el estereotipo para «alimentar el odio». «Emerge una peligrosa tendencia: una política de polarización», ha dicho entre los aplausos de los eurodiputados.
En su opinión, los inmigrantes sufren «de forma desproporcionada», tanto dentro como fuera de Europa, el paro, la discriminación y la desigualdad de oportunidades en escuelas y centros de trabajo. «Algunos –ha continuado– se ceban en los miedos de la gente e invocan valores liberales para causas no liberales».
Ban Ki-Moon ha denunciado igualmente a quienes «acusan a los inmigrantes de vulnerar los valores europeos» porque, a su juicio, son a menudo «los acusadores» quienes violan dichos valores. En este sentido, ha considerado que la tarea fundamental de la UE es que los inmigrantes, sobre todo los musulmanes, no sean estereotipados. «El mundo no puede tolerar una Europa que haga esto», ha resaltado.
Durante su intervención en la Cámara de Estrasburgo, Ban Ki Moon, ha lamentado así que, siete años después de que su predecesor en el cargo, Kofi Annan, reclamara no «demonizar» a los inmigrantes, la situación no haya cambiado gran cosa. «Me gustaría decirles que la situación en Europa ha mejorado en estos años pero, como amigo de Europa, tengo una profunda preocupación», ha admitido.
TOLERANCIA DENTRO
Y ha subrayado igualmente que el reto para la Europa del siglo XXI es lograr la «tolerancia» dentro de sus fronteras, la «inclusión» para construir «sociedades diversas», una tarea, ha dicho «tan compleja o más» que la que afrontó el continente tras la II Guerra Mundial. «Nada de esto es fácil», ha reconocido el secretario general de la ONU tras recordar que Europa sigue siendo un «extraordinario motor de integración».
«La Europa moderna se basa en derechos humanos y en valores comunes a la Humanidad. Nuestra ambición es la de un continente unido y no dividido por diferencias étnicas o religiosas», ha agregado. En esta misma línea, ha defendido una Unión donde todos los niños, «independientemente del origen de sus padres tengan las mismas oportunidades». «Confío en el modelo europeo, en la Europa que representa no sólo una entidad geográfica sino un ideal», ha apuntado.