Desde el viernes, 800 hombres del Ejército cercan las favelas del Alemao, junto con el batallón de choque de la policía militar
La Policía Militar de Río de Janeiro anunció hoy que ha creado un espacio en la esquina de las calles Joaquim de Queiroz y Itararé para recibir a aquellos narcotraficantes que quieran entregarse, antes de que los agentes entren en el complejo de favelas Alemao.
A esa zona huyeron centenares de narcotraficantes tras la invasión militar a la favela Vila Cruzeiro, según registraron los canales de televisión en imágenes tomadas desde helicópteros.
El comandante general de la Policía Militar, el coronel Mário Sérgio Duarte, instó los narcos a la rendición ahora, advirtiendo que tras la entrada de los militares a la favela la situación será mucho peor.
«No vamos a dar marcha atrás en la decisión de pacificar Río. Estamos cerca de capturar a los narcotraficantes que están en el Alemao», dijo Duarte, que aseguró que los criminales no saldrán bien parados de la operación.
El comandante tampoco cree que las facciones de la Rocinha y de la Vila Cruzeiro puedan actuar de forma conjunta, según recoge la agencia de noticias DPA.
Según un balance divulgado ayer por el gabinete de prensa de la policía, el viernes fueron hallados en Vila Cruzeiro seis ametralladoras, cuatro espingardas y 39 paquetes de marihuana y cocaína, además de un chaleco a prueba de balas, un uniforme militar, una máquina de contar billetes y una bomba casera.
Desde el viernes, 800 hombres del Ejército cercan las favelas del Alemao, junto con el batallón de choque de la policía militar.
Ayer ya se produjeron tiroteos, mientras el Ejército decomisó una mochila con más de 30 mil dólares, según informó el Comando Militar del Este.
Al menos dos hombres recibieron disparos. Según la Policía Militar, estaban involucrados en la caída de un helicóptero de la policía el año pasado en el Morro de los Macacos y serían jefes del tráfico en el local.
Los conflictos entre narcotraficantes y las fuerzas de seguridad ganaron relieve el domingo pasado. Desde entonces, al menos 38 personas murieron en los enfrentamientos.