El ministro del Interior de Ecuador, Gustavo Jalkh, anunció hoy oficialmente su renuncia en una rueda de prensa en el Palacio de Carondelet, la sede del Ejecutivo, en la que dijo que es un momento de «oxigenación» del área de seguridad.
El funcionario confirmó que la semana pasada presentó su «renuncia irrevocable» al presidente, Rafael Correa.
Afirmó que su salida responde a «la necesidad de refrescamientos, que son positivos y necesarios» y explicó que «es un momento de una oxigenación importante» en el área de seguridad.
Su renuncia parece ser parte de una remodelación más amplia del gabinete, especialmente en las carteras de seguridad, que prepara Correa, quien ha dicho que sí habrá cambios, pero ha evitado ser más preciso.
Algunas fuentes han apuntado a que también saldrían los titulares de Seguridad Interna y Externa, Miguel Carvajal, de Justicia, José Serrano, y de Coordinación Política, Doris Soliz, pero no hay confirmación oficial.
Jalkh señaló que en los últimos días ha trabajado en una «transición ordenada», pero no quiso confirmar quién lo reemplazará.
Algunos funcionarios dijeron a Efe que su sucesor será Alfredo Vera, un arquitecto de izquierda que fue Secretario Anticorrupción en 2008.
Esas fuentes adelantaron el lunes la salida de Jalkh, que es el responsable último de la policía, algunos de cuyos miembros protagonizaron un levantamiento el 30 de septiembre.
Además, en los últimos meses ha aumentado la alarma social ante la criminalidad en Ecuador y los asesinatos por parte de sicarios, en particular en Guayaquil.
«Estamos absolutamente insatisfechos con los índices de violencia en nuestro país, que hemos logrado contener pero no reducir», reconoció Jalkh, quien dijo que en Ecuador se registran 18,5 homicidios por cada 100.000 habitantes, el mismo porcentaje que el año pasado.
El ministro aseveró que en sus 22 meses en el puesto obtuvo logros, pero «insuficientes» y recalcó que en seguridad ciudadana «hay mucho por hacer».
Respecto a los acontecimientos del 30 de septiembre, el ministro dijo que presentó su renuncia al presidente al día siguiente, pero que éste no la aceptó.
«Esos sucesos nos unieron más como amigos. Nuestra vida estuvo en juego», dijo Jalkh, quien estuvo en un hospital policial con Correa mientras estaba retenido por policías sublevados.
El ministro no quiso pronunciarse sobre la posibilidad de que asuma el puesto de secretario particular de Correa o presida el Consejo de la Judicatura, como se ha especulado.
En su rueda de prensa, Jalkh criticó el funcionamiento de la justicia en Ecuador, porque actualmente el sistema goza de «total discrecionalidad, cero rendición de cuentas», lo que a su juicio fomenta la corrupción.
El ministro, que no reveló cuál será su último día en el cargo, pidió sanciones «para los jueces que dan con tanta ligereza las caducidades de la prisión preventiva» y que se acometa una reforma judicial.
Además, dijo que su ministerio ha preparado un proyecto de ley orgánica de la policía nacional, que establece un nuevo sistema disciplinario.
