El presidente de Guatemala, Álvaro Colom, decretó hoy el «estado de sitio» en el norteño departamento de Alta Verapaz, para recuperar el control de varias ciudades de esa región acosadas por grupos de narcotraficantes vinculados al cartel mexicano Los Zetas.
El secretario de Comunicación de la Presidencia, Ronaldo Robles, dijo a Efe que la medida cobró vigencia a partir de las cero horas de hoy y estará vigente durante 30 días «o por el tiempo que sea necesario para recuperar la gobernabilidad en ese departamento».
Robles preciso que la decisión fue tomada por Colom y su Consejo de Ministros como resultado de las investigaciones que los aparatos de inteligencia del Estado realizaron «durante varios meses» en esa zona.
Según esas investigaciones, células de Los Zetas, en su mayoría integradas por sicarios mexicanos y ex militares guatemaltecos, «tomaron el control» del departamento de Alta Verapaz desde hace más de un año y mantienen en zozobra a los pobladores.
«Las ciudades de Cobán y Carcha, principalmente, son usadas por Los Zetas para trasegar drogas y dirigir operaciones delictivas en todo el país», dijo a Efe una fuente del Poder Ejecutivo.
Las comisarias de la Policía Nacional Civil (PNC) de ese departamento, precisó la fuente, «se encuentran totalmente infiltradas por Los Zetas, a tal punto de que les permiten cometer cualquier tipo de crimen con absoluta impunidad».
Desde las primeras horas de hoy fueron enviados a puntos estratégicos de ese departamento contingentes de militares y agentes de la PNC, que se desplegarán por todas las ciudades y comunidades de Alta Verapaz hasta recuperar el control territorial.
El «estado de sitio», el cual esta contemplado en la Ley de Orden Público, permite al Estado suspender las garantías constitucionales en el área geográfica donde sea declarado.
Por medio de un comunicado oficial, el Gobierno informó a los pobladores de Alta Verapaz, que «cualquier sospechoso de conspirar contra el Estado» puede ser detenido sin orden judicial previa.
Además, señaló que las fuerzas de seguridad podrán «repeler o reprimir cualquier acción individual o colectiva» de grupos que se opongan a la recuperación del control del Estado en ese lugar.
El grupo de sicarios y narcotraficantes Los Zetas, antiguo brazo armados del cartel mexicano del Golfo, opera en Guatemala desde hace más de dos años y, según fuentes oficiales, se ha convertido en uno de los más sanguinarios grupos criminales del país.