Bolivia cree que llegó la hora de que Chile le haga la propuesta que ha estado esperando desde finales del siglo XIX para recuperar su acceso soberano al mar
Bolivia cree que llegó la hora de que Chile le haga la propuesta que ha estado esperando desde finales del siglo XIX para recuperar su acceso soberano al mar.
Por eso tiene las esperanzas puestas en el diálogo que se iniciará este lunes en Santiago con una reunión entre los cancilleres de Bolivia, David Choquehuanca, y de Chile, Alferdo Moreno, quienes conformarán una comisión permanente.
El presidente de Bolivia, Evo Morales, considera que este 17 de enero «será un día histórico», porque finalmente se instalarán las negociaciones formales a nivel de cancilleres. Desde 1978, cuando fueron rotas las relaciones diplomáticas entre ambos países, sólo se habían registrado encuentros informales a nivel ministerial.
Si bien los gobiernos de ambos países admiten que no hay plazos para resolver la demanda boliviana, Morales cree que Bolivia no puede esperar otra centuria para tener mar.
«Tampoco podemos seguir esperando más de cien años, sólo revisando los tratados y sin resultados», dijo el mandatario boliviano.
«Todo o nada»
De hecho, Bolivia acude a esta nueva etapa de negociación decidida a lograr «todo o nada», porque pretende que Chile le otorgue un acceso al mar, pero con soberanía.
Chile, hasta el momento, siempre ha dado una respuesta negativa a esta demanda. Sin embargo, ahora un grupo de parlamentarios oficialistas y opositores de ese país planteó la necesidad de hacer un plebiscito para que sean los chilenos quienes decidan si se puede o no ceder soberanía a otros países.
La noticia ha sido bien recibida por el presidente Morales, aunque algunos analistas han advertido que, de ganar la opción negativa, se enterraría para siempre la demanda marítima boliviana y, se quedaría con «nada» en las manos.
«Me he sorprendido que va a haber un plebiscito, una consulta. Quisiéramos tener mucha suerte, pero yo estoy muy alentado, tengo mucha confianza», reaccionó Morales tras conocer la noticia.
Sin embargo, luego matizó su posición indicando que «el plebiscito no es oficial», pero, dijo, «valoro que la demanda boliviana ya esté en debate en la opinión pública de Chile, ya sea con plebiscito, o referendo, para ganar o para perder, pero ya está en debate».
El analista en temas internacionales y ex cónsul de Bolivia en Chile Roberto Finot considera que debería convocarse un plebiscito en ambos países, pero una vez que se haya logrado un acuerdo. Eso indica que la consulta debe ser un punto de llegada y no así un punto de partida.
Sin mar y sin diplomacia
Bolivia perdió su acceso soberano al mar en la guerra del Pacífico a finales del siglo XIX y desde entonces reclama una franja costera con soberanía. Los dictadores Augusto Pinochet y Hugo Banzer, en la década de los setenta, fueron los que más cerca estuvieron de lograr un arreglo. Finalmente, el convenio se frustró y Bolivia rompió relaciones diplomáticas con Chile.
Durante el gobierno de Michelle Bachelet se estableció una agenda de 13 puntos que, por primera vez, incluyó la palabra mar. Sin embargo, las comisiones no llegaron a tratar el tema.
Finot considera que ha llegado el momento de que se pueda «emprender el camino definitivo hacia la solución del problema de la mediterraneidad de Bolivia», pero para ello, el único camino es que el país «recupere efectivamente su cualidad marítima y ello está ligado al acceso soberano y útil al océano Pacífico».
Y ¿por qué Bolivia cree que este es el momento indicado para llegar a un arreglo?
El gobierno de Morales considera que se ha avanzando bastante en la construcción de confianza mutua y que la opinión pública chilena podría apoyar una solución al conflicto. Además, recuerda que Chile debió presentar su propuesta en noviembre pasado en una cita de vicecancilleres, pero ésta quedó suspendida. Finalmente, este lunes se retomará el diálogo, pero a nivel de cancilleres.
Preocupación en Chile
De hecho, hace poco más de una semana, el presidente de Chile, Sebastián Piñera, convocó a un diálogo con partidos políticos chilenos para definir una posición conjunta en torno a la demanda boliviana.
Por otro lado, el analista Finot considera que Chile pretende un liderazgo en la región para convertirse en un puente entre el Cono Sur y los países del Asia y, para lograrlo, «debe resolver los problemas históricos».Y a todos estos factores se suma otro que tiene que ver con la nueva Constitución boliviana, que en uno de sus artículos transitorios señala que en el 2012 vence el plazo para adecuar los tratados internacionales al texto de la Carta Magna, caso contrario, estos serían renegociados o denunciados.
Esto pondría en una situación de vulnerabilidad al tratado suscrito entre Bolivia y Chile en 1904 y que, entre otras cosas, sella el enclaustramiento boliviano.
La nueva Constitución establece como un mandato la recuperación de un acceso soberano al mar.
Este plazo ha generado inquietud en la clase política chilena, aunque en Bolivia no ha habido pronunciamientos sobre la posibilidad de desconocer el tratado de 1904.