Héctor Maseda Gutiérrez, uno de los dos presos del Grupo de los 75 cuya liberación anunció este viernes el Arzobispado de La Habana, se niega a salir de prisión si el Gobierno de Raúl Castro no le concede un indulto o una «liberación incondicional», ha informado a Europa Press su esposa, Laura Pollán, portavoz de las Damas de Blanco.
Maseda, presidente del Partido Liberal Democrático de Cuba y periodista independiente, forma parte del grupo de nueve disidentes detenidos durante la Primavera Negra de 2003 que todavía están encarcelados y que el régimen castrista se comprometió a liberar en julio pasado.
Según Pollán, su esposo no quiere salir de prisión con una licencia extrapenal porque eso «no significa que estará en libertad». Los disidentes que se han negado a abandonar la isla a cambio de su excarcelación han tenido que aceptar esta autorización que les permite regresar a sus casas, pero sin que sus delitos les hayan sido exculpados.
«Esto es un riesgo porque cuando al Gobierno (cubano) se le antoje le puede volver a encarcelarlos», ha advertido la dama de blanco en declaraciones telefónicas desde su vivienda en La Habana. «Lo que mi esposo quiere es estar libre plenamente», ha reiterado.
Maseda también exige que el régimen castrista dé prioridad en este proceso a los presos Librado Linares García y Pedro Argüelles Morán, quienes presentan peor cuadro de salud. Eduardo Díaz Fleitas, otro de los opositores enfermos, ha salido este viernes de prisión con una licencia extrapenal.
Pollán todavía no ha podido conversar con su esposo desde que se dio a conocer la noticia de su liberación, sin embargo, portavoces del Arzobispado le han informado que Maseda habría comunicado estas condiciones al cardenal Jaime Ortega durante una conversación telefónica que sostuvieron el jueves.
La portavoz de las Damas de Blanco –organización que agrupa a los familiares de los presos políticos– ha reconocido que estas exigencias podrían retrasar «un mes, varios meses o un año» la excarcelación del periodista independiente, «pero esa es su decisión».
Esta misma postura ha sido asumida por el disidente Angel Moya, cuya excarcelación anunció la Iglesia Católica el pasado 4 de febrero, ha confirmado a Europa Press su esposa, la dama de blanco Berta Soler.
Pollán ha considerado que, ante esta situación, «sería importante que tanto España como la Iglesia Católica interceda para que les den el indulto a quienes lo pidan porque esto es algo que en realidad no afecta al Gobierno» cubano.
A diferencia de Maseda, Moya aún no ha sido notificado ni por las autoridades carcelarias ni por el Arzobispado de La Habana de su liberación, «pero él tiene claro que no aceptará si no salen de la cárcel los que están más enfermos y si no se le da un indulto», ha insistido Soler.
Maseda y Moya forman parte del grupo de 52 presos de la Primavera Negra que Castro se comprometió a liberar el pasado 7 de julio, tras un acuerdo histórico que contó con la mediación del Arzobispado de La Habana y el Gobierno de España. Un total de 40 disidentes se trasladaron a España, desde donde tres de ellos se han dirigido a Chile y Estados Unidos. Todavía falta por excarcelar a nueve.
Hasta ahora, las autoridades castristas sólo han autorizado la liberación en la isla de Arnaldo Ramos Lauzerique, Guido Sigler Amaya y Eduardo Díaz Fleitas, quienes desde un comienzo se negaron a mudarse a Europa.