"Esto tiene que servir de llamada de atención para todos en Estados Unidos; esto es un caso grave que Estados Unidos debe atender", dijo el congresista republicano por Arizona Ben Quayle
El asesinato de un agente estadounidense el martes en México «es un caso grave» que Washington debe atender, afirmaron legisladores norteamericanos, según un despacho de la agencia de noticias DPA.
«Esto tiene que servir de llamada de atención para todos en Estados Unidos; esto es un caso grave que Estados Unidos debe atender», dijo el congresista republicano por Arizona Ben Quayle, citado por el Wall Street Journal.
En similares términos se había pronunciado ya su colega por Texas, Mike McCaul, quien en un comunicado sostuvo que la «emboscada» contra los agentes constituye «un ataque contra Estados Unidos».
El ataque implica un «cambio de juego» en México que requiere que Estados Unidos «responda con contundencia», afirmó.
«Esto debería servir como una llamada de atención, necesaria desde hace tiempo, para que la administración (de Barack) Obama se dé cuenta de que hay una guerra a las puertas de nuestra nación», reclamó el legisladore republicano.
Tras ser informado por la Oficina de Inmigración y Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) de los hechos, McCaul agregó que Estados Unidos debería revisar el acuerdo con México que data de 1990 y que prohíbe que los agentes norteamericanos porten armas cuando trabajan en el país vecino.
Además, llamó a entregar «rápidamente» el dinero comprometido bajo la Iniciativa Mérida que aún no ha sido desembolsado, lo que calificó de «inaceptable».
Dos agentes, el fallecido Jaime Zapata y su colega herido, Víctor Avila, habían parado en un restaurante de San Luis Potosí antes de continuar viaje hacia Ciudad de México, donde tenían su base.
De vuelta en la autopista, «un coche se puso delante del de los agentes y pisó los frenos», según McCaul, y cuando se detuvo la camioneta en que viajaban, pese a identificarse como estadounidenses, fueron atacados con fusiles AK-47.
De acuerdo con el periódico estadounidense, en el lugar de los hechos los investigadores hallaron 83 casquillos de bala.