El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, denunció hoy que el imperialismo de Estados Unidos y sus aliados de Europa están perpetrando «una masacre» en Libia con el fin último de hacerse de las riquezas petroleras de esa nación.
«Eso es lo que están haciendo en Libia: produciendo una masacre» y excusándose en que lo hacen «para salvar vidas. ¡Qué descaro, qué cinismo, pero es la excusa para invadir, para tomar un país y sus riquezas», manifestó Chávez en un discurso televisado.
Tras recordar que la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) ha certificado que en Venezuela se encuentra «la primera riqueza petrolera del mundo», Chávez advirtió que sus opositores, dirigidos por los «imperialistas», tienen planes de desencadenar en el país una violencia similar a la de Libia y Siria.
«Pongámonos en manos de Dios para que impida la violencia en Venezuela (…); tenemos que neutralizar los planes de violencia que están cocinando, planes que vienen del imperio yanqui que quiere desestabilizar al país para intervenirlo», dijo y añadió que sus opositores ya «lo pregonan» para que sea «del tipo Libia o del tipo Siria».
«Siembran violencia, generan muerte y destrucción para, a nombre de la paz, invocando el interés de ese país, invadirlo y conquistarlo; los gobiernos democráticos europeos, no todos (…), y el gobierno supuestamente democrático de Estados Unidos, están demoliendo Trípoli con sus bombas porque les da la gana», subrayó.
En el marco de un acto religioso de católicos y evangélicos por su salud, Chávez agregó que «hoy tiraron no se cuántas bombas y están cayendo ya de manera descarada y abierta, ya ni siquiera se molestan en explicar nada, sobre escuelas, hospitales, casas, centros de trabajo, fábricas, campos agrícolas de Libia».
Es lo que ocurre, remató, «en este mismo momento, por lo que pidamos a Dios por el pueblo libio y por los pueblos del mundo».
Chávez, que se ha declarado abiertamente amigo y defensor del líder libio Muamar el Gadafi, no aludía a la situación de esa nación desde que el pasado 15 de agosto reveló que la había analizado telefónicamente con su colega de Irán, Mahmud Ahmadineyad.
Ya en esa ocasión y reiteradamente en otras, el presidente venezolano ha acusado a Estados Unidos y a sus aliados europeos de estar «enloquecidos» por los recursos naturales y de buscar un nuevo sistema de intervención con la excusa de protestas populares.