El expresidente de Uruguay Tabaré Vázquez anunció hoy en un comunicado su retirada de «la actividad política pública» por la polémica suscitada con Argentina tras haber dicho que durante el conflicto bilateral por una papelera en la frontera común llegó a plantearse la posibilidad una guerra.
Vázquez (2005-2010), de 71 años, admite en la nota que sus declaraciones sobre el conflicto con Argentina fueron «inoportunas» y pide disculpas.
El martes durante una conferencia ante alumnos del Colegio Monte VI de Montevideo, Vázquez dijo que llegó a plantearse «un conflicto bélico» durante la crisis diplomática por la instalación de una papelera de la empresa finlandesa Botnia (actualmente UPM) en el lado uruguayo del limítrofe río Uruguay.
También afirmó que en 2007, cuando la confrontación estaba en plena efervescencia, llegó a pedir ayuda a George W. Bush durante una visita de su entonces homólogo estadounidense a Montevideo.
En el comunicado difundido hoy el exgobernante manifiesta que el martes hizo «un relato de lo realmente acontecido» y que lo hizo «teniendo en cuenta además las excelentes relaciones que felizmente hoy tienen» los «dos países hermanos».
Sin embargo, admite que, «de cualquier manera» y «muy lejos» de sus intenciones, sus palabras «pueden dañar esas relaciones al proyecto político de la izquierda uruguaya y al propio Frente Amplio», el partido con el que en 2005 se convirtió en el primer presidente de esa tendencia en Uruguay.
«Por todo ello, presento mis excusas y anuncio mi retiro de la actividad política pública», concluye el documento, fechado en Montevideo.
El miércoles, Vázquez fue objeto de críticas desde los partidos uruguayos de oposición y de algunos de los que fueron ministros en Argentina durante el conflicto, que duró siete años y acabó en la Corte Internacional de Justicia.
El excanciller argentino Rafael Bielsa (2003-2005) le calificó de «hombre parroquial, doméstico, suburbano, sin conocimientos en derecho internacional ni en política internacional», y llegó a decir que «no tiene palabra».
Incluso la senadora uruguaya Lucía Topolansky, esposa del actual presidente, José Mujica, calificó de «absurda» la hipótesis de una guerra y agregó que espera que sus afirmaciones no tengan «repercusiones diplomáticas».
Por su parte, el Gobierno uruguayo, que sigue en manos del Frente Amplio, «no emitirá ninguna declaración» sobre la cuestión, declaró hoy el ministro de Exteriores, Luis Almagro, a la radio El Espectador de Montevideo.
«Nosotros hemos apostado al diálogo, creemos en el diálogo para todos los temas de la agenda con Argentina y no hemos manejado ninguna hipótesis de conflicto desde que asumimos», dijo Almagro desde Suecia donde acompaña al presidente Mujica en una gira oficial.
Almagro agregó que no dialogó con su colega argentino, Héctor Timerman, tras las declaraciones de Vázquez, pero adelantó que seguramente lo hará hoy para «congratularse» por la aprobación del pliego de la licitación para el dragado del canal Martín García en el Río de la Plata.
Representantes de ambos gobiernos acordaron el miércoles las condiciones para la convocatoria de la licitación internacional del dragado superando diferencias de varios años.
Las relaciones entre los gobiernos de Uruguay y Argentina, que fueron tirantes durante la mayor parte de las gestiones de Vázquez y Néstor Kirchner (2003-2007), comenzaron a mejorar en 2007 con la llegada al gobierno del Cristina Fernández y pasaron a ser cordiales tras la asunción de Mujica como presidente uruguayo el 1 de marzo de 2010.