Las autoridades colombianas han mostrado al público este 10 de noviembre de 2011 un lujoso Ferrari que, tras dos meses de preparación, ha pasado a ser una patrulla de la Policía.
Hay que puntualizar que será usado por la misma unidad que se lo confiscó a un narcotraficante actualmente preso en Estados Unidos.
Ahora, el lujoso deportivo, de 300 caballos de potencia y una cilindrada de 3.500 centímetros cúbicos, luce los colores blanco y verde, distintivos de la Policía colombiana. El coche perteneció a la flota de deportivos del narcotraficante Luis Hernando Gómez Bustamante, alias «Rasguño».
La máquina fue mostrada en la sede de la Dirección de la Policía Judicial (Dijin) en Bogotá y es un «símbolo de la derrota de la delincuencia a manos de la autoridad», según un comunicado de esa institución. En su momento, el Ferrari negro, modelo de 1991 y con sólo 800 kilómetro, fue valorado en 250.000 dólares y decomisado en 2008 a «Rasguño», detenido en Cuba en 2004 y entregado a las autoridades colombianas en 2007.
No es la primera vez que esto sucede
En julio de ese mismo año, «Rasguño», quien fue segundo al frente del Cártel del Norte del Valle, una de las organizaciones del narcotráfico más conocidas de Colombia, fue extraditado a Estados Unidos, donde actualmente purga una condena.
La decisión de transformar el lujoso auto fue adoptada tras fallidos intentos de subastarlo, pues no hubo compradores.
Esta no es la primera vez que un vehículo de alta gama es puesto al servicio de la Policía colombiana. En 2008, un todoterreno Hummer, confiscado al no cumplir los requisitos de importación, fue transformado también en auto patrulla.
En Panamá, un lujoso Lamborghini confiscado al colombiano David Murcia, propietario de la desmantelada pirámide financiera ilegal DMG, fue asismismo convertido en un auto policial para una campaña contra las drogas.