Algunos de los amigos de Assange creen que el australiano está preparado para soportar esta situación durante mucho tiempo, otros cuestionan su salud mental
El fundador de WikiLeaks, Julian Assange, lleva 59 días refugiado en una pequeña habitación «mal ventilada» de la embajada de Ecuador en Londres, donde hay una lámpara solar y una cinta de correr, según el diario británico The Times.
El australiano, de 41 años, pasó su primera noche en la legación ecuatoriana después de que el Gobierno de Rafael Correa le concediera el asilo político que él había solicitado en su intento para evitar la extradición a Suecia, país que lo reclama por delitos sexuales que él niega.
Assange permanece refugiado en la embajada de Ecuador desde que el pasado 19 de junio de 2012 se personara para solicitar asilo, con lo que violó las condiciones de su arresto domiciliario y tras lo que Scotland Yard le alertó de que será detenido si abandona el edificio.
La embajada no tiene dormitorios, son todo oficinas, unas diez habitaciones, una de ellas hace de precaria cocina para los empleados.
Mientras se desarrolla la disputa diplomática entre Ecuador y el Reino Unido, «decepcionado» ante la decisión de Quito, Assange está, según señala The Times, «aburrido».
El rotativo explica que dentro del elegante edificio victoriano situado tras los lujosos almacenes Harrods, en el barrio de Knightsbridge, Assange pasa las horas en una pequeña oficina.
En esa habitación, según el periódico, Assange, que continúa con la pulsera electrónica que era parte de los requisitos impuestos en su arresto domiciliario, tiene una lámpara solar, una cinta para correr, una conexión a internet y una cama.
Los amigos del fundador de WikiLeaks indican que el australiano está «intranquilo» y «tenso», mientras otros sugieren que comienza a sentirse deprimido.
59 días sin luz solar
El activista lleva encerrado durante 59 días, apartado de la luz solar dentro de una habitación «mal ventilada», según ese periódico.
Mientras algunos de los amigos de Assange creen que el australiano está preparado para soportar esta situación durante mucho tiempo, otros cuestionan su salud mental.
El rotativo también dice que el activista recibe visitas que «ponen música y le animan a bailar» y que su ayudante, Sarah Harrison, acude con frecuencia a verle por las tardes junto con Joseph Farrell, portavoz de WikiLeaks, el portal que distribuyó miles de cables diplomáticos secretos con información sensible.
The Times apunta además que Assange ha sido visitado por los simpatizantes acaudalados que han pagado su fianza, entre ellos el periodista John Pilger y Vaughan Smith, que alojó a Assange en una vivienda de Norfolk durante más de un año mientras el periodista llevaba su caso ante el Tribunal Supremo.