El Gobierno venezolano compareció ante la CIDH para exponer "la verdad" sobre las protestas en el país, y dice que la oposición busca generar con ellas una "intervención de la OTAN"
Tras siete semanas de protestas antigubernamentales y una lista de 37 muertos, Gobierno y oposición han llegado a un acuerdo para negociar frente a un observador internacional, sin embargo aún no se ha precisado ni cómo se llevaría a cabo ese diálogo ni quién sería ese observador internacional.
«¿Quieren un observador internacional? Pues bien, lo encontraremos» aseguró el presidente Nicolás Maduro en una retransmisión para todo el país.
La visita a Caracas de una misión de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) facilitó el diálogo entre ambos partidos, mientras el país se ve sacudido por las protestas entre el estudiantes y opositores al gobierno desde el 4 de febrero.
«Confirmamos que estamos listos para un diálogo igualitario transparente y equilibrado, es decir, público. En presencia de terceros de buena fe, nacionales o internacionales, para servir como garante, facilitador y mediador en caso de necesidad»
aseguró el miércoles Ramón Guillermo Aveledo, secretario de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD ), la coalición opositora.
«Corresponderá al presidente de Venezuela elegir a ese testigo internacional»,
precisó Maduro.
PROPUESTA
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, propuso el pasado 15 de marzo que Estados Unidos participe en una comisión sobre Venezuela con un representante que se sume a otro de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) y el presidente del Parlamento, Diosdado Cabello, en representación de Caracas. Estados Unidos ha evitado responder a esta propuesta.
Venezuela y Estados Unidos atraviesan uno de los peores momentos en sus relaciones diplomáticas desde que en 2010 se quedaron sin embajadores.
Buscan una intervención de la OTAN
El Gobierno venezolano compareció hoy ante la CIDH para exponer
«la verdad» sobre las protestas en el país y dijo que la oposición busca generar con ellas una «intervención de la OTAN»,
mientras que organizaciones civiles denunciaron que la crisis se enmarca en una «situación estructural de impunidad».
«El objetivo es provocar enfrentamientos entre los venezolanos para simular una guerra civil y solicitar la intervención extranjera de militares de la OTAN y, de esta forma, terminar con la revolución bolivariana y entregar los mayores recursos petroleros del mundo a Estados Unidos»,
dijo el representante venezolano para derechos humanos, Germán Saltrón.