El 28 de marzo de 2016, Ri Sol-ju acompañó al dictador norcoreano Kim Jong-un a inaugurar un nuevo complejo comercial y de centros de salud en la capital del país, Pyongyang.
Aquella tarde fue la última en la que la esposa del jefe de Estado se mostró ante las cámaras y la última en la que fue nombrada por algún medio de comunicación oficial.
Tras siete meses de aquel día, la prensa internacional ha comenzado a preguntarse sobre su paradero y el periódico británico The Independent plantea la teoría de un posible embarazo.
Según el periódico, ese sería el motivo por el que la esposa del dictador no participó de eventos importantes a lo largo del año, como el Congreso del Partido de los Trabajadores de Corea, celebrado en mayo, y en el que el dictador fue coronado como líder del país.