Hillary Clinton, derrotada por el republicano Donald Trump en las elecciones presidenciales, ha tardado en digerir la derrota. Tras dejar plantados a sus seguidores, la candidata demócrata apareció este miércoles 9 de noviembre de 2016, cerca del mediodía.
«Felicité a Donald Trump y le ofrecí trabajar con él por nuestro país. Espero que sea un presidente exitoso», aseguró la ex secretaria de Estado, que se dirigió a sus seguidores y a los medios de comunicación desde el hotel New Yorker de Nueva York, acompañada de su esposo, Bill Clinton, su hija, Chelsea, y su yerno.
La demócrata agregó: «Este no es el desenlace que queríamos (…) pero siento un gran orgullo y gratitud por esta campaña en la que trabajamos juntos. Ustedes representan lo mejor de Estados Unidos».
«Él será nuestro presidente, le debemos una mente abierta y la oportunidad de liderar. Respeto la transferencia pacífica del poder», insistió sobre su rival en la contienda presidencial.
Clinton agradeció a su compañero de fórmula, Tim Kaine, así como también al actual presidente de Estados Unidos, Barack Obama, y a su esposa, la primera dama Michelle Obama.
«Estoy convencida de que juntos somos más fuertes. (…) Tengamos fe uno en el otro. Habrá otras temporadas. Habrá más trabajo por hacer», concluyó.
Kaine habló minutos antes de la ex secretaria de Estado. «Estoy orgulloso de que Hillary lograra el voto popular», aseguró el candidato a la vicepresidencia, que agregó que «ella hubiera hecho historia».
Clinton, que llamó a Donald Trump para felicitarlo después de su victoria, no se había expresado hasta este momento sobre el desenlace de una ardua contienda electoral de varios meses.
Clinton logró 218 de los 270 grandes electores necesarios para acceder a la Casa Blanca, un duro golpe para la ex secretaria de Estado, que aspiraba a convertirse en la primera mujer presidente de los Estados Unidos.
El actual presidente, Barak Obama, se comunicó con la demócrata para expresar «su admiración por la fuerte campaña que llevó a cabo», indicó en un comunicado el secretario de prensa de la Casa Blanca, Josh Earnest.