«Soy muy, muy feliz». Edris, un refugiado afgano, «quiso agradecer» a la canciller alemana por permitirle estar en el país.
Con esas palabras interrumpió el niño, entre lágrimas, a Angela Merkel en una conferencia del partido Unión Democrática Cristiana en Heidelberg, Alemania, este lunes 28 de noviembre de 2016.
Edris pidió la palabra justo después que un miembro del partido criticara duramente a Merkel por su política de refugiados.
El año pasado 890.000 solicitantes de asilo llegaron a Alemania, una cifra sin precedentes. Y entre enero y octubre de este año las autoridades recibieron 693.758 solicitudes de asilo.