La última ocasión en la que se ha visto al presidente turco Recep Tayyip Erdogan haciendo un gesto con la mano derecha es reciente, tras el resultado del referéndum celebrado en Turquía el domingo y con el que ha conseguido reforzar su poder aunque sea por la mínima. Cada aparición de Erdogan deja una imagen en la que se le ve mostrando cuatro dedos de esa mano estirados y el pulgar contra la palma. ¿Qué significa?
El gesto surgió de las protestas de agosto de 2013 que ocurrieron en Egipto, concretamente en la plaza Rabaa al-Adawiya, y que protagonizaron los partidarios de Mohamed Morsi -derrocado en julio por un golpe militar el 3 de julio de ese año- y que acabaron con varios centenares de muertos.
El ‘signo de la rabia’, también llamado ‘rabaa’ o ‘R4BIA’ y muy popularizado en redes sociales, ha servido al presidente turco para marcar su posición favorable a los Hermanos Musulmanes, organización política considerada como terrorista desde que el presidente de los egipcios es Abdel Fatah al Sisi (jefe de las fuerzas armadas del golpe de Estado de 2013) y a la que pertenecía Morsi, apoyado desde Ankara.
Más allá del sentido inicial
Prohibido por El Cairo, Erdogan insiste en repetir el gesto en sus apariciones públicas. Y no solo él. Los defensores del presidente turco también exhiben el signo de la rabia como apoyo a su presidente y a la causa que defiende, porque el gesto tiene mayor significado político que cuando apareció.
Además de simpatía hacia los Hermanos Musulmanes vetados en Egipto, Erdogan expresa con esos cuatro dedos al alza su postura contraria a la actuación de Rusia en la guerra siria, donde Erdogan es contrario a Al Asad mientras que El Cairo sigue a Moscú.
Desde el 9 de julio de 2014, una organización afín a los Hermanos Musulmanes nombró el 14 de agosto como el ‘Día Mundial de Rabia’. Morsi fue presidente de Egipto del 30 de junio de 2012 hasta el 3 de julio de 2013, día que fue detenido y condenado a cadena perpetua en noviembre de 2016, tras anularse la condena a muerte dictada por el Tribunal Penal de El Cairo en mayo de 2015.