Dictadura en Venezuela

La ostentosa vida de los hijos de la cúpula chavista

Disfrutan de viajes, joyas y restaurantes de lujo, a pesar que el pueblo venezolano se hunde en la miseria

La ostentosa vida de los hijos de la cúpula chavista
María Gabriela y Hugon Chávez

Con un puñado de dólares frente a la cámara, posando con estrellas del pop o viviendo en los hoteles más lujosos del mundo, los niños ricos de la élite socialista de Venezuela no saben nada de la miseria que sus padres han causado a su país. (El demoledor vídeo que odia el chavismo: Jóvenes reconocen que están obligados a apoyar a Maduro)

Con una fortuna personal estimada en más de USD 4.000 millones -escondida en cuentas bancarias en Europa-, se rumorea que la hija mayor del líder de la revolución socialista Hugo Chávez, María Gabriela, es la mujer más rica de Venezuela. (Escuchar a Monedero le provocará el vómito: así defiende al chavismo en Telecinco y Ana Rosa e Inda le apalean )

De 36 años de edad, la hija de Chávez hizo su fortuna mientras actuaba como primera dama de su padre luego de que este se divorciara de su segunda esposa. El difunto presidente proclamó a María Gabriela su «héroe» cuando apeló al dictador cubano Fidel Castro para que ayudara al régimen tras el fallido golpe de estado de 2002.

Sin embargo, Gabriela – y otros niños de la élite socialista de Venezuela – parecen haber olvidado el lema galvanizador de Chávez: «Ser rico es malo».

Mientras se esconde detrás de la inmunidad diplomática que le otorga su papel de «embajadora alterna de Venezuela ante las Naciones Unidas», su hermana menor huyó del país avergonzada tras ser criticada duramente por la sociedad venezolana al alardear de su riqueza.

Rosines Chávez se subió a un avión rumbo a París a las pocas horas de publicar en las redes sociales una foto con un puño lleno de dólares en 2016.

Ahora, mientras la joven de 21 años disfruta de sus estudios en La Sorbona, la prestigiosa universidad francesa, el pueblo venezolano trabaja prácticamente gratis y lo poco que gana es devorado por la hiperinflación.

Mientras tanto, el ejemplo de la cúpula del poder del régimen venezolano es aún peor. Mientras millones de venezolanos pasan hambre, Nicolás Maduro disfrutó un lujoso banquete del famoso chef turco Nusret Gökçe, más conocido como Salt Bae, en septiembre del año pasado, lo que generó un fuerte repudio hacia el mandatario en las redes sociales.

Unos meses antes, sus dos hijastros Yoswal Gavidia Flores y Walter Gavidia Flores se las habían arreglado para gastar unos USD 45.000 en una extravagante estadía de 18 noches en el hotel Ritz de París, donde las habitaciones cuestan 591 dólares por noche. Su cuenta de hotel fue equivalente a los salarios mensuales de 2.000 venezolanos.

Los jóvenes chavistas ricos también han sido vistos en los mejores restaurantes y tiendas de ropa y joyería de Madrid, como parte del lujoso estilo de vida al que se han acostumbrado, mientras su padrastro azota a su país en una ola de represión. Ambos han sido acusados de formar parte de una trama de lavado de dinero por el senador estadounidense Marco Rubio.

Por su parte, el segundo al mando de Maduro, Diosdado Cabello, ha atraído la atención de la Agencia Antidrogas de Estados Unidos por sus vínculos con el Cartel de los Soles. Su hija Daniela ha llamado la atención por su belleza y vida de celebridad. Su novio es el cantante pop latino Omar Acedo.

Sin embargo, la élite socialista chavista se ha visto muy mal expuesta por dos sobrinos de la primera dama de Venezuela, Cilia Flores. Efraín Antonio Campo Flores y Franqui Francisco Flores fueron encarcelados en 2017 por 18 años cada uno después de haber sido detenidos luego de tratar de pasar de contrabando cocaína por valor de USD 20 millones a los Estados Unidos a través de Haití.

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