(Periodista Latino / Agencias).- Todos las cámaras le apuntan. Él es el rey de la fiesta del fútbol, el mejor jugador del mundo para muchos. Ronaldinho está en su país y la prensa lo sigue a sol y sombra.Y todos coinciden: Está en el mejor momento de su carrera.
Aprendió sus primeros movimientos con la ayuda de un perro llamado Bombom. Hoy en día es el mejor futbolista del planeta, elogiado por Diego Maradona y Pelé.
Todas las miradas estarán puestas en Ronaldinho cuando la Copa Mundial despunte el próximo mes.
Quizás no exista otro jugador capaz de generar tanta atención como la que provocará el mediocampista brasileño en Alemania, gracias a sus endiabladas gambetas y genio creativo…y Bombom.
«Le gustaba jugar conmigo», dijo Ronaldinho. «Cuando mis amigos se aburrían, pues no me quedaba otra que jugar con el perro.
Nos peleabamos el balón y tuve que practicar bastante para tenerle alejado».
Bombom –y una pelota– siempre estuvieron al lado de Ronaldinho en su infancia en Porto Alegre: «Eramos inseparables, mi compañero».
Y cuando el perro no podía jugar con él, Ronaldinho siempre encontraba la manera para perfeccionar sus habilidades.
Con 26 años y en su plenitud. Ronaldinho llega al mundial como la máxima luminaria. Fue laureado con el premio al jugador del año de la FIFA en las dos últimas temporadas y condujo al Barcelona de España a dos títulos consecutivos de liga y a la última Liga de Campeones de Europa.
Son pocos los que se atreven poner en tela de juicio su condición del mejor del mundo.
Maradona declaró recientemente que Ronaldinho está en otra categoría y que «divierte verlo jugar». Su compatriota Pelé lo alabó diciendo que Ronaldinho es un jugador que hace feliz a los hinchas.
Ronaldinho cautiva por su repertorio en el que sobresalen sus precisos pases sin levantar la cabeza y su regate «elástico», en el que finge desplazar el balón en una dirección y súbitamente cambia de frente.
«Siempre busco inventar algo nuevo», dijo:
«Mi objetivo es volver a ganar el mundial. Me tiene sin cuidado el dar espéctaculo o anotar muchos goles».
Ronaldinho será el pilar de una selección que busca revalidar el título y añadir su sexta corona.
Formó parte del equipo que ganó el trofeo en Corea-Japón 2002, actuando en cinco partidos y marcando dos goles, incluyendo un sublime tiro libre contra Inglaterra en los cuartos de final.
Fue el primer mundial de Ronaldinho antes que se concretara su pase al Barcelona y su ascenso a la elite. Tiene bien claro que ahora se espera mucho más de él.
«Es lo normal, la responsabilidad ha aumentado porque Brasil es el campeón defensor», declaró Ronaldinho.
Ronaldinho acumula 46 goles en 86 partidos con los colores de la selección. Salió campeón de la Copa América de 1999 y de la Copa de las Confederaciones del año pasado.
«Está en el mejor momento de su carrera», dijo el técnico de Brasil Carlos Alberto Parreira.
«Es impresionante la manera como juega partido tras partido».
Con su eterna sonrisa, Ronaldinho debutó profesionalmente con el bicampeón brasileño Gremio en 1996, cuando tenía sólo 16 años. Se fue a Europa en el 2000, con el París Saint-Germain de Francia y en el 2005 le dio al Barsa su primera corona en España en seis años.
Pese a todos sus logros, Ronaldinho piensa que todavía le falta bastante y recientemente dijo que necesita «madurar como jugador», y mejorar en varios aspectos como sus remates con la zurda.
Y mientras sigue puliéndose, sigue con un viejo habito. Bombom ya no lo acompaña, pero Ronaldinho ha encontrado otros perros.
«Mis perros en España también les encanta el fútbol», en una entrevista con el diario Zero Hora. «No paro de gambatear con ellos».
