(Máximo Esperanza, Periodista Latino).- La escena de partida de esta historia se sucede en la Cumbre de la Comunidad Andina (CAN). Los protagonistas son nada menos que los presidentes Evo Morales, Bolivia; y Alejandro Toledo, de Perú. Se dan la mano y sonríen, pero la tensión crece y las palabras salen de sus bocas como espadas.
Más allá de las palabras o discursos oficiales, las Cumbres tienen el poder de enfrentar cara a cara a adversarios de todo tipo y de diferente rango o responsabilidad. A viva voz se lanzan mensajes políticos, diplomáticos, pero cuando están sin micrófono la cosa cambia.
Una prueba de ello es lo que sucedió con los presidentes de Perú Alejandro Toledo y el boliviano Evo Morales, durante la Cumbre de los presidentes de las cuatros naciones miembros de la Comunidad Andina (CAN).
El rotativo peruano El Comercio ha publicado una cronología de los diálogos entre los presidentes de varios países latinoamericanos, y en ella se da cuenta de las verdaderas palabras cruzadas entre Toledo y morales.
Este es parte del artículo firmado por Ricardo Uceda, de El Comercio:
«Gritos y susurros en la última cumbre de presidentes andinos
LA RELACIÓN MORALES – TOLEDO
Luego de un primer intercambio de frases, Evo Morales le preguntó a Alejandro Toledo si ya había cambiado de esposa, y el peruano le contestó: «¡No te permito!»
QUITO. Es cierto que, como dijeron los medios de varios países, la reunión de presidentes de la Comunidad Andina de Naciones (CAN) fue tensa. En el fondo había diferencias sobre los intereses comerciales de cada país –Perú, Colombia, Bolivia y Ecuador– respecto de Estados Unidos. Pero no eran sustantivas. De hecho, el momento más crispado no tuvo que ver con las preferencias arancelarias.
Hubo un nuevo roce entre Evo Morales y Alejandro Toledo, que no trascendió a la prensa pero que presenciaron los mandatarios convocados. Los presidentes de Perú y Bolivia no colisionaban desde la Cumbre Unión Europea-América Latina/El Caribe en Viena, en mayo pasado, cuando Toledo hizo un gesto amigable que Morales calificó públicamente de payasada.
Ahora, en el Swissôtel de Quito, Toledo quiso ser nuevamente gentil cuando observó a Morales con una chamarra distinta a la de Viena. Por cierto, cuesta 140 dólares. Los adictos al Evo ‘look’ pueden ver ofertas de la prenda –así como del chullo-Evo y chompa de alpaca-Evo– en un sitio de Internet boliviano para comercio de exportación.
Un fragmento del diálogo en Quito, según dos testigos:
TOLEDO: Hola, veo que has cambiado de casaca.
MORALES: Y tú de corbata.
TOLEDO: No, la tengo de antes.
MORALES: ¿Y ya cambiaste de esposa europea?
TOLEDO (muy enojado): ¡No te permito!¿Cuánto de las relaciones personales entre los presidentes influye en las relaciones entre dos países vecinos? ¿Y cuánto las diferencias institucionales e ideologías de cada uno? Aunque por lo general son
estas últimas las que aparecen documentadas y trascienden, la química personal juega lo suyo y produce escenas como las que se referirán en esta nota, reconstruidas con fuentes de primera mano.
LA PRIMERA VEZ
La primera vez que se vieron Toledo y Morales fue en de agosto del 2002. El presidente peruano asistía a la asunción de mando de Gonzalo Sánchez de Lozada, y Morales, que había perdido por menos de 2% las elecciones, le pidió una cita. Hablaron amigablemente en una suite del hotel Radisson de La Paz. Toledo escuchó una directa solicitud del dirigente sindical de 42 años:
–Tú eres el primer hombre auténticamente andino en llegar a la presidencia –no utilizó el término «indígena», según uno de los presentes–. Ayúdame, que yo quiero ser el siguiente».
