México: cualquier cosa por un voto

México: cualquier cosa por un voto

(Periodista Latino / BBC Mundo).- En su carrera por llegar al poder, los candidatos presidenciales y sus partidos hicieron de todo. No sólo se embarcaron en una guerra mediática de insultos y agravios mutuos sin precedentes en la historia política de México, sino que hasta recurrieron a prácticas electorales poco éticas y cuestionables.

Esto es lo que se desprende de un estudio realizado por Alianza Cívica, una organización no gubernamental que se dedicó durante todo el proceso, a monitorear el comportamiento de los partidos y sus abanderados, en su relación directa con el electorado, para obtener los votos necesarios para ganar.

Una de esas prácticas indebidas identificadas por Alianza Cívica, fue la coacción y compra del voto, sobre todo entre ciudadanos de escasos recursos económicos, beneficiarios de programas sociales, principalmente en ocho estados que se cuentan entre los más pobres del país: Chiapas, Oaxaca, Michoacán, Tlaxcala, México, Sinaloa, Durango y San Luis Potosí.

Problema generalizado

Silvia Alonso, secretaria ejecutiva de Alianza Cívica,
dijo a BBC Mundo:

«Ésta es una práctica recurrente en los procesos electorales tanto locales como federales, y que desafortunadamente ahora la practican los diferentes partidos políticos»

Antes éstas eran acciones que estaban muy identificadas con el partido que gobernó México durante más de 70 años, pero ahora se ha generalizado. Nos preocupa mucho porque empaña el proceso electoral y sobre todo, porque hay una violación flagrante de los derechos sociales y políticos de la población más pobre de este país».

Según un informe hecho público por Alianza Cívica:

«en la mayoría de los casos es una autoridad municipal- ya sea el responsable de un programa social, el síndico, el regidor o el presidente municipal-, quien ejerce la presión».

De acuerdo con los datos proporcionados por la organización no gubernamental, del total de municipios en los que se aplicaron las entrevistas, 51 de éstos son gobernados por el PRI, 31 por el PAN y 18 por el PRD.

En el cuestionario que Alianza Cívica repartió entre los ciudadanos consultados, hubo una pregunta muy concreta sobre si la gente creía que los apoyos sociales se dan principalmente a simpatizantes de un determinado candidato o partido político.

Coaccionados

Cinco de cada 100 entrevistados respondió que sí se utilizan los programas para favorecer a los partidarios de una u otra corriente política.

Los resultados de la investigación revelan también que una quinta parte de los entrevistados que manifestaron ser coaccionados, dicen que los representantes de los diferentes partidos les pidieron ir a un mitin o acto electoral, a cambio de continuar recibiendo los apoyos de los programas sociales de los que se benefician.

Pero, al parecer, la práctica de coacción del voto no concluyó con el cierre de las campañas electorales. Todavía el propio día de la elección, el domingo, los partidos harán sus últimos esfuerzos en este sentido.

«En varias entidades, se han detectado acciones que pretenden cerrar su ciclo el día de la jornada electoral».

«Los partidos pretenden lograr los votos de electores que ya tienen identificados, haciendo todo tipo de cosas. Por ejemplo, invitándolos a desayunar antes o después de emitir su voto, diciéndoles que los estarán vigilando, y ofreciéndoles pasarlos a recoger a sus casas para llevarlos a sufragar».

La mayoría de las irregularidades detectadas por Alianza Cívica fueron en los programas de Empleo Temporal y de Seguro Popular, seguidos por otras iniciativas de apoyo como Oportunidades y Procampo.

También figuran programas como el de apoyo alimentario a los adultos mayores del Sistema Integral de la Familia, DIF.

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