(PD/Agencias).- Las autoridades castristas continúa lanzando mensajes optimistas sobre el atribulado estado de salud de Fidel Castro, movilizan a los reservistas y aplican la censura apelando a lo de siempre: la amenaza de una invasión de EEUU.
Coincidiendo con el duodécimo aniversario de los disturbios del llamado Maleconazo, el detonante de la crisis de los balseros de 1994, la avenida más popular de La Habana amaneció ayer con una reforzada pero discreta presencia policial.
El presidente del Parlamento cubano ha justificado el hermetismo en torno a la salud de Castro por la «amenaza» de EE UU.
Las organizaciones de masas, como los Comités de Defensa de la Revolución, mantienen la llamada a la población para reforzar la vigilancia durante las 24 horas y miles de reservistas han sido movilizados en todo el país.
La Asociación de Combatientes de la Revolución ha divulgado hoy un comunicado dirigido a Fidel Castro en el que hace votos por la rápida recuperación del líder cubano.
«Continuamos trabajando con el mismo fervor revolucionario con que usted nos ha educado».
La isla continúa en calma y los cubanos desarrollan sus actividades con normalidad, atentos a la evolución de Fidel Castrostro y a la espera de alguna declaración de su hermano Raúl, tras cinco días de silencio.
En un hecho sin precedentes en la historia de Cuba, Castro, que el próximo 13 de agosto cumplirá 80 años, cedió el lunes el poder provisionalmente a su hermano Raúl, de 75, después de una delicada intervención provocada por un sangrado intestinal.
Fidel Castro se encuentra «estable» y descansa para recuperarse lo antes posible, según el presidente del Parlamento, Ricardo Alarcón, quien ha justificado el hermetismo en torno a la salud del líder cubano por la «amenaza» de Estados Unidos.
Alarcón ha a segurado:
«Somos discretos y no informamos de las cosas que no son indispensables en un momento determinado».
Alarcón ha atribuido la enfermedad de Castro a un exceso de trabajo y ha subrayado:
«La normalidad plena, de fuerte sentimiento de unidad, de solidaridad que se vive en Cuba, en contraste con el espectáculo bochornoso y deplorable que han ofrecido grupos radicales del exilio de Miami».
Desmentidos del Gobierno cubano
Por su parte, el vicepresidente, Carlos Lage, ha asegurado que el comandante se recupera «satisfactoriamente» de su operación de estómago, que ha empezado a ingerir alimentos y que, incluso, se sienta en la cama en la que ha estado postrado.
Además ha desmentido que Fidel Castro tenga cáncer de estómago, al ser preguntado por los periodistas en la ciudad boliviana de Sucre, donde asiste al 181 aniversario de la independencia de ese país.
Ante un grupo de informadores, Lage ha desmentido los rumores sobre esa supuesta enfermedad de Castro y se ha limitado a indicar que el presidente cubano se está recuperando.
El diario brasileño Folha de Sao Paulo indicó ayer que el gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva trabaja con la hipótesis de que Castro «está mal» y tendría un cáncer que le impediría reasumir sus funciones.
Sin embargo, el gobierno de Brasilia negó después que Lula hubiera sido informado por las autoridades cubanas de la supuesta gravedad del estado de salud de Castro.
