"En Latinoamérica, donde hay una base militar de Estados Unidos hay golpes militares"
El presidente de Bolivia, Evo Morales, expresó ayer en Madrid su compromiso de proseguir la transformación política, económica y social de Bolivia y destacó que la nueva Constitución del país «no permite ninguna base militar extranjera, y menos de Estados Unidos».
El gobernante boliviano, que comenzará hoy lunes una visita de Estado a España, llegó en la tarde de ayer, domingo, a Madrid y se desplazó de inmediato a la plaza de toros de Leganés para participar en un encuentro con los bolivianos y otros latinoamericanos residentes en España.
Sin mencionar en ningún momento el conflicto actual suscitado por la instalación de unas bases estadounidenses en Colombia, Morales dijo que «en Latinoamérica, donde hay una base militar de Estados Unidos hay golpes militares», y añadió que así «no se garantizan la paz ni la democracia».
En medio de vivas y clamores de un público que le esperó varias horas en un ambiente festivo, el presidente de Bolivia invitó a todos los movimientos sociales de Europa a «que ayuden a Latinoamérica a acabar con todas las bases militares» extranjeras.
A pesar del retraso que causó un viaje previo a Suiza, Morales se dirigió al público sobre las 20:30 hora local (18:30 GMT) en un escenario presidido por las banderas bolivianas, la tricolor rojo, amarillo y verde, y la bandera multicolor indígena Wiphala.
Antes de llegar a España, el dirigente hizo hoy una breve escala en Ginebra donde obtuvo de la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT) la garantía de que Bolivia tendrá una posición orbital para un satélite que lleve información a todas las zonas del país y especialmente a la población indígena.
Ya en la plaza de toros de Leganés, donde desde hacía unas horas habían desfilado una serie de grupos folclóricos, el presidente recordó la «lucha sindical permanente» emprendida hace años por la Central Obrera Boliviana (COB) y los distintos movimientos sociales «contra los modelos económicos que hacían tanto daño a los bolivianos».
«No ha sido en vano», dijo el presidente, al referirse a la rebelión popular «contra el estado colonial, contra el saqueo de los recursos y contra todas las formas de sometimiento».
Recordó también la época de «la doctrinas», como la del «imperialismo norteamericano», que «nos acusaba de ser comunistas»; «la de la lucha contra el narcotráfico», en la cual los dirigentes sindicales «eran narcotraficantes», y luego, tras el 11-S la doctrina antiterrorista en la que -dijo- «Evo era el Bin Laden andino y los cocaleros los talibanes».
El presidente destacó que una vez conquistada la Presidencia de Bolivia «algún resultado» se puede mostrar, y subrayó el superávit fiscal registrado en 2006 y que Bolivia no tenía desde 1940.
«Se acabó el estado mendigo en el que se prestaba plata hasta para pagar aguinaldos», aseguró Morales, y añadió que mientras en 2005 las reservas internacionales del país ascendían a 1.700 millones de dólares hoy son de 8.500 millones de dólares.
El presidente también se refirió a «la crisis económica del capitalismo», en medio de la cual su Gobierno pensó que le iba a afectar, «que no habría superávit comercial». Y replicó que «a 30 de julio de 2009, la balanza comercial positiva boliviana es de 300 millones de dólares, «algo nunca antes visto» en su país.
Al expresar su satisfacción por los cambios estructurales conseguidos en Bolivia y teniendo en cuenta, añadió, que hay «un sector (de la población) que se opone», el presidente expresó su convicción de que «es mejor someter las decisiones al pueblo boliviano».
«Los bolivianos y bolivianas no sólo tienen derecho a elegir a todas sus autoridades, sino que también, mediante referendos, pueden elegir la política económica para su pueblo; los referendos que antes nunca había», dijo.
En este punto comentó cómo, a su llegada hoy a Madrid, le dijo al ministro español de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, que «si en Bolivia había antes golpes y golpes (de Estado) ahora sólo hay referendos y elecciones».
«Los profundos procesos de transformación en Latinoamérica son un camino sin retorno», aseguró Morales, y destacó que en Bolivia ese proceso «es imparable».
Antes de terminar su discurso, Morales se dirigió a España y a otros países de Europa para decir que «antes, sus ciudadanos legaban a Bolivia y nuestros abuelos nunca les dijeron que eran ilegales».
Por eso, Morales reclamó que «ahora, nuestros hermanos tampoco pueden serlo. Todos tenemos derecho a habitar en cualquier parte del mundo respetando las normas de cada país».
Al comienzo del acto, el ex director de la UNESCO, Federico Mayor Zaragoza, agradeció a Evo Morales «por situar la cultura de la paz en la propia Constitución de Bolivia».