El operativo para liberar a la víctima y dar caza a los delincuentes contó con la participación de los GEOS
Tres individuos de nacionalidad marroquí fueron detenidos por la Policía Nacional en un área de servicio cercana a Zaragoza como presuntos autores del secuestro de un compatriota. Los facinerosos pidieron un pago de 3270 euros para dejarlo en libertad, cantidad que podría ser una antigua deuda contraída por la victima. El operativo para liberar a la víctima y dar caza a los delincuentes, y que contó con la participación de los GEOS, dio inició cuando un ciudadano marroquí afincado en España comunicó a la Policía que su suegra, residente en Marruecos, había recibido varias llamadas de una persona que se expresaba en árabe y que le comunicaban que su hijo estaba secuestrado en España y que le matarían si no saldaban una deuda de 3.270 euros.
La madre de la víctima facilitó a los secuestradores el teléfono de su yerno para que trataran directamente con él. Fue este último la persona que finalmente denunció los hechos.
El denunciante, antes de hablar con la Policía, recibió una llamada de los secuestradores en la que le hicieron saber que tenían retenido a su cuñado y que estaban dispuestos a matarlo si no satisfacían sus exigencias. Durante esta conversación permitieron a la víctima hablar directamente con su familiar, quien le confirmó que era víctima de un secuestro, manifestándole además que se encontraba bien.
Tras esta primera conversación, el pasado día cuatro, se produjo una cita entre esta persona y dos de los secuestradores en la ciudad de Zaragoza, en la zona de la Expo. Durante el encuentro, una vez más, le indicaron que si quería volver a ver vivo a su cuñado, tenía que liquidar la deuda contraída, tras lo que se puso en contacto con la Policía.
Tras realizar las primeras pesquisas, los agentes concluyeron que la deuda contraída podría tener su origen en una transacción entre narcotraficantes. Paralelamente se sucedieron nuevas llamadas, en las que reiteraban que se hiciese entrega de la cantidad indicada y amenazaban con matar al secuestrado si no era saldada en un breve periodo de tiempo.
Una vez que los investigadores obtuvieron datos suficientes, tanto de los posibles autores como de la zona en que pudiera encontrarse el secuestrado, se estableció un dispositivo para liberar a la persona retenida y detener a los raptores. Finalmente, se acordó entregar el dinero en un área de servicio cercana a la capital aragonesa a última hora del día.
Para recoger el dinero acudieron dos ciudadanos marroquíes que fueron inmediatamente detenidos. A la vez, gracias al amplio despliegue policial, en el que participó el GEO, se detectó que la persona secuestrada se encontraba dentro del maletero de otro vehículo, tapado con mantas. La víctima fue liberada y se detuvo a uno de los secuestradores que realizaba labores de custodia.