Zelaya:"No puede presidir un Gobierno de Unidad y Reconciliación un presidente de facto "que nadie lo ha reconocido en el mundo"
El presidente depuesto de Honduras, Manuel Zelaya, declaró ayer «fracasado» el Acuerdo Tegucigalpa-San José, tras conocer que el gobernante de facto, Roberto Micheletti, anunció un «Gobierno de unidad y reconciliación».Zelaya dio por fracasado el acuerdo al vencer el plazo para que se instalara el «Gobierno de Unidad y Reconciliación», establecido en el Acuerdo Tegucigalpa-San José, que representantes de Zelaya y Micheletti firmaron el 30 de octubre pasado.
«Declaramos fracasado el acuerdo por el incumplimiento del régimen de facto del compromiso de que en esta fecha debería estar organizado e instalado el Gobierno de Unidad y Reconciliación Nacional, el que, por ley, debe ser presidido por el presidente electo por el pueblo de Honduras, Jose Manuel Zelaya», afirmó el Gobierno depuesto en un pronunciamiento.
En la declaración leída por su representante Jorge Reina, Zelaya hizo un llamamiento a los países de la Organización de Estados Americanos (OEA) «a que se pronuncien sobre lo que se acontece en el Gobierno legítimamente electo por el pueblo hondureño y continúen la condena y el desconocimiento de este régimen de facto».
Zelaya también dijo a Radio Globo, desde la Embajada de Brasil en Tegucigalpa, que no puede presidir un Gobierno de Unidad y Reconciliación un presidente de facto «que nadie lo ha reconocido en el mundo».
La razón del fracaso fue la conformación de un Gobierno de unidad, que según lo pactado, debía estar instalado a más tardar el jueves y que tanto el presidente depuesto como el de facto pretendían encabezar.
Cumpliéndose el plazo, Micheletti anunció en cadena de radio y televisión un nuevo Gabinete, tras recibir propuestas de algunos partidos políticos y la anuencia de otros sectores de la sociedad civil.
«Nuestro trabajo nuestro esfuerzo se ve hoy boicoteado precisamente con las aspiraciones del señor Micheletti al querer presidir él el Gobierno de Unidad y de Reconciliación», afirmó Zelaya en sus declaraciones a Radio Globo.
«Me parece que esto no estaba dentro del concepto del acuerdo y ni el espíritu ni la letra del acuerdo rezan esa pretensión que la considero totalmente absurda de una persona que no ha sido reconocida por ningún gobierno», añadió.
En el pronunciamiento de Zelaya, leído ante la prensa por Jorge Reina, miembro de la Comisión de Verificación, acusó al presidente de facto de «boicotear» el acuerdo y calificó la conformación del que denominó «Gobierno de Unidad» de «burla» y «pantomima para lucir que participaban en diálogo».
«No estamos dispuestos a permitir a que nos roben con este tipo de trampas nuestra democracia», afirmó el Gobierno de Zelaya en el mismo pronunciamiento leído por Reina.
También anunció su «total desconocimiento» del proceso para las elecciones presidenciales del próximo 29 de noviembre al acusar al régimen de facto de preparar «un gran fraude político-electoral».
En opinión de Zelaya, «todo el proceso democrático se viene para el suelo».
Micheletti dijo que le enorgullecía «anunciar que hemos finalizado la conformación del Gobierno de Unidad y Reconciliación dentro del límite establecido dentro del cronograma del Acuerdo Tegucigalpa-San José».
Además, considera que la creación del Gobierno de Unidad «es representativa del amplio espectro ideológico y político» de Honduras y «cumpliendo estrictamente con la letra del acuerdo», que en ningún punto establece que sea el presidente de facto quien nombre el Gabinete de Unidad.
Micheletti reconoció que el Gobierno nombrado no cuenta con ningún representante de Zelaya, quien no mandó ninguna propuesta, dado que ha exigido estar a la cabeza de este Gabinete, mientras que la Comisión de Verificación del acuerdo todavía no se ha pronunciado sobre la validez de este Ejecutivo.
El gobernante de facto apareció rodeado de los miembros del nuevo Gabinete, entre los que figuran algunos de los ministros nombrados tras el golpe de Estado contra Zelaya, el 28 de junio pasado, aunque no presentó por su nombre, ni cargo, a ninguno de los miembros del autodenominado Gobierno de Unidad.
Antes de la comparecencia de Micheletti, el ministro de la Presidencia de facto, Rafael Pineda, dijo que esperaban recibir las propuestas del presidente depuesto «antes de las 12 de la noche (06.00 GMT)», aunque agregó: «Si no, igual podemos esperar un tiempo más».