La audiencia, según precisó el portavoz vaticano, Federico Lombardi, se desarrolló en un ambiente de "cordialidad" y el coloquio
El presidente Alan García, expuso hoy lunes al papa Benedicto XVI su teoría para lograr que mediante la limitación de las compras de armas se pueda asegurar una Unión Suramericana «sin desconfianzas, sin conflictos y podamos asegurar más recursos para erradicar la pobreza».
Así lo manifestó García tras la entrevista en el Vaticano con el Papa, con quien habló a solas duramente media hora en la Biblioteca Privada del Pontífice.
La audiencia, según precisó el portavoz vaticano, Federico Lombardi, se desarrolló en un ambiente de «cordialidad» y el coloquio permitió «un intercambio fructuoso de opiniones sobre asuntos referentes a la actual situación internacional, especialmente en la región».
«También se ha hablado de algunos aspectos de la situación en Perú, en particular del compromiso del gobierno para erradicar la pobreza, de la promoción del estado de derecho, la salvaguardia del ambiente, así como los ámbitos de colaboración entre la Iglesia y el Estado», señaló Lombardi.
Una vez en la biblioteca, el Papa y García, sentados uno frente al otro, comenzaron el coloquio privado. Antes, el presidente peruano resaltó lo bien que le encontraba físicamente.
Después dijo a la prensa que quería dar testimonio ante el mundo de dos cosas: «Primero que su inteligencia está incólume, hábil y rápida y comprensiva. Segundo, que su estado físico es maravilloso, perfecto y naturalmente, ojalá, lo veamos algún día por Suramérica y en Perú».
Concluido el coloquio a solas, entró en la Biblioteca el séquito presidencial, del que formaron parte los ministro de Exteriores, José Antonio García Belaunde, y Defensa, Rafael Rey; el Secretario general de la presidencia, Luis Navas; el dirigente político del Partido Aprista Carlos Roca; el embajador de Perú ante la Santa Sede, Alfonso Rivero, y el segundo consejero de la embajada, Luis Leyva.
Alan García regaló al Papa un gran bufanda en lana de vicuña, de color camello (marrón claro). Cuando se la entregó le dijo: «Es una lana muy fina, para cuando haga frío en Roma y usted se la ponga».
El Papa le dio las «gracias» en español y le correspondió con la medalla en oro de su pontificado.
Tras la reunión con el Papa, García se entrevistó con el cardenal Tarcisio Bertone, secretario de Estado, que estuvo acompañado del arzobispo Dominique Mamberti, secretario para las Relaciones con los Estados («ministro de exteriores» del Vaticano).
Desde Roma, Alan García viajó a Portugal, donde participará en la Cumbre Iberoamericana que se celebra en Estoril. (Ciudad del Vaticano, EFE)