El Gobierno ha firmado un convenio de reciprocidad con nueve países que hará que puedan votar por esa vía más de 600.000 inmigrantes
El 2011 será un año crucial en las aspiraciones de los partidos politicos españoles. Unos por conservar sus puestos y otros por conquistar la tan ansiada Comunidad de Madrid, o el Ayuntamiento capitalino. Pero ahí no queda todo, ya que la guerra por hacerse con el voto inmigrante se extenderá por todo el país. Puede pasar de todo.
Más de dos millones de inmigrantes tendrán derecho a voto en las próximas elecciones municipales, una cantidad que puede ser determinante para cambiar el color de muchos ayuntamientos, donde el peso de esta población inmigrante es crucial. De esta forma, los españoles ya no decidirán como quieren que se gestionen sus municipios, sino que serán los inmigrantes en muchos casos los que decidan cómo se gastará nuestro dinero y cómo se repartirán, por ejemplo, las ayudas sociales.
El Gobierno ha firmado un convenio de reciprocidad con nueve países que hará que puedan votar por esa vía más de 600.000 inmigrantes; también se suman los 800.000 rumanos y búlgaros que al entrar en la UE podrán votar de forma automática; y también 500.000 hijos y nietos de exiliados que podrían pedir la nacionalidad española.
Cabe recordar que los principales partidos políticos españoles (PP, PSOE, IU, UPyD, PNV, CiU) ya se han posicionado a favor de propiciar el voto de los inmigrantes en los próximos comicios. A ninguno se le escapa el enorme filón de votos que representan estos potenciales votantes, sobre todo cuando las posiciones tienden al empate técnico. Sólo en el marco de la Comunidad de Madrid se calcula que hay unos 400.000 nuevos votantes potenciales. Ya en febrero de 2006 el Congreso de los Diputados votó por unanimidad una proposición no de ley para promover el voto de los inmigrantes en las elecciones municipales.