El documento también subraya que los retenidos están obligados a usar los mismos calzoncillos durante treinta días y no disponen de inodoros en las celdas
El 40 por ciento de las personas retenidas en Centros de Internamiento de Extranjeros en España ha sufrido maltrato e incluso torturas, según un informe presentado hoy por la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR).
El documento, que apunta que los retenidos desconocen informaciones básicas como quién es su abogado y que carecen de servicios como inodoros en las celdas y ropa, refleja las condiciones y el trato que reciben los internos en varios centros españoles.
El 40 por ciento de los internos entrevistados relatan un trato «negativo o muy negativo», aunque no llega a ser una «práctica generalizada», y un cuatro por ciento apuntan incluso torturas y malos tratos graves, denunció ayer el psiquiatra Pau Pérez-Sales, director del informe.
El psiquiatra subrayó que el 63 por ciento de quienes están en los centros de internamiento no son delincuentes, sino personas que incurrieron en una falta administrativa por carecer de la documentación necesaria para residir en el país.
El 40 por ciento de los retenidos son latinoamericanos que viven en España desde tiempo atrás; el 20 por ciento son africanos que han llegado a España en pateras (embarcaciones de escaso calado) tras viajar una media de tres a cuatro años desde su país; y otro 20 por ciento son africanos que llevan varios años residiendo en España; el resto procede de países del Este de Eruopa o de Asia.
El informe destaca que sólo el 42 por ciento de los internados conoce el nombre de su abogado y tiene forma de contactar con él; y subraya la enorme dificultad para recibir y hacer llamadas al exterior por parte de los retenidos, mientras que el régimen de visitas es casi inexistente.
El documento también subraya que los retenidos están obligados a usar los mismos calzoncillos durante treinta días y no disponen de inodoros en las celdas.
El 34 por ciento de los entrevistados dicen que la comida es de mala calidad y el 32 por ciento que es insuficiente; alrededor del 50 por ciento apuntan haber perdido el apetito y un 30 por ciento afirman tener síntomas de adelgazamiento, hambre o debilidad.
El equipo que elaboró el estudio comprobó también deficiencias en la atención médica, errores y negligencias en el diagnóstico de las enfermedades, así como en el tratamiento de pacientes psiquiátricos, y negativas en la emisión de informes médicos.
De los tres centros de internamiento que se examinaron en España, el mejor valorado es el de la sureña ciudad de Málaga; el de Madrid se encuentra en una «situación intermedia» y en el de Valencia (este) se viven «condiciones muy duras», según los autores del documento.
El estudio se inició en 2008 con financiación del Fondo Europeo para los Refugiados de la Comisión Europea para conocer la situación de los centros de internamientos en 23 países de la Unión Europea.