La situación económica actual de los emigrantes y su influencia en el envío de dinero a sus países de origen fue debatida ayer por un grupo de expertos internacionales en la Casa de América de Madrid
El envío de remesas a América Latina crecerá alrededor del 5% en el 2010, un año que se presenta difícil para los países de la región, aunque las previsiones con respecto al 2008, cuando la incidencia de la crisis económica comenzó a hacerse notar en las economías mundiales, seguirán siendo negativas.
La situación económica actual de los emigrantes y su influencia en el envío de dinero a sus países de origen fue debatida ayer por un grupo de expertos internacionales en la Casa de América de Madrid.
Basados en un estudio realizado por el director de Remesas y Desarrollo del centro de análisis Diálogo Interamericano, Manuel Orozco, el informe ha sido realizado en seis ciudades de Estados Unidos, además de Madrid, Barcelona y Roma, en las que fueron entrevistadas 1.200 personas con el objetivo de ver cómo responde la inmigración a la crisis económica.
A partir de las cifras que se desprenden de su estudio, Orozco señaló que, «aunque la recuperación económica depende de cada país, las familias, en general, van a presionar todavía más a los inmigrantes», que se verán obligados a seguir mandando dinero.
«Hasta el momento la reducción en el envío de remesas había sido subsanada por muchos inmigrantes gracias al ahorro, que a partir de ahora disminuirá en torno al 30%», explicó Orozco.