Intentaron cruzar la frontera con República Dominicana con 33 niños de entre dos meses y 14 años de edad
Un grupo de 10 estadounidenses detenidos cuando trataban de sacar de Haití ilegalmente a 33 niños para llevarlos de forma presunta a un orfanato en República Dominicana fue acusado hoy formalmente por secuestro, confirmó el abogado que los defiende, Edwin Coq.
«Ellos vinieron a Haití a ayudar a la gente» luego del terremoto del 12 de enero que dejo más de 200.000 muertos, insistió Coq, al término de la audiencia a puerta cerrada en la que el Ministerio Público haitiano presentó los cargos por secuestro y asociación de malhechores.
Tras la audiencia, celebrada en un tribunal, el grupo fue conducido a una cárcel en Puerto Príncipe, donde deberá esperar el veredicto que podría incluir penas de hasta 15 años de prisión.
Los 10 estadounidenses, miembros de una iglesia bautista y encabezados por Laura Silsby, fueron detenidos el pasado 30 de enero cuando trataban de cruzar la frontera con República Dominicana con los 33 niños de entre dos meses y 14 años de edad.
Al insistir que sus clientes «son las víctimas», Coq explicó luego de la audiencia «que un pastor en Petion Ville les había entregado una carta en la que les indicaba que habían sido autorizados para viajar con los infantes».
Silsby había detallado, al ser interrogada esta semana por el juez Isa‹e Pierre-Louis, que su intención era «llevar a los niños para que reciban atenciones, comida y ropas» en el orfanato «Refugio Infantil Vida Nueva» en República Dominicana, cuya supuesta construcción aún está en proyecto.
La mujer había asegurado que para la instalación del orfanato, su congregación adquirió un terreno en el balneario dominicano de Cabarete y, mientras concluía la construcción del centro infantil, los niños serían llevados a un hotel en la comunidad de Gaspar Hernández, unos 200 kilómetros al norte de Santo Domingo.
La decisión del Ministerio Público de presentar cargos se produjo luego de que Pierre-Louis interrogó durante los últimos dos días a cada uno de los 10 estadounidenses, cinco de los cuales son miembros reconocidos de la iglesia Bautista Valle Central, de Idaho.
«Nuestro equipo fue erróneamente arrestado y estamos haciendo todo cuanto podemos para aclarar el malentendido», había indicado la Iglesia Bautista Valle Central en su sitio de Internet.
Aunque la iglesia manifestó a través de su página web su preocupación por los 10 estadounidenses, confió que en «los dos gobiernos necesitan tiempo para resolverlo».
«Fuera de las consideraciones respecto a la real intención de los implicados, técnicamente estamos ante un caso de infracción a las leyes haitianas», había explicado a la agencia dpa el ministro de los Haitianos Viviendo en el Extranjero, Edwin Paraison.
El propio primer ministro, Jean-Max Bellerive, había comentado el domingo que, de acuerdo con las versiones de los estadounidenses, ellos sabían que realizan un acto ilegal al tratar de sacar del país sin autorización y sin documentos a los infantes, muchos de los cuales no son huérfanos.
Desde la detención de los 10 estadounidenses, los padres biológicos de varios de los infantes se han presentado ante Dirección Central de la Policía Judicial (DCPJ), sede provisional del gobierno haitiano, para reclamar a sus hijos, en unos casos, o para aclarar que entregaron a los niños de forma voluntaria para que tuvieran un mejor futuro.
De acuerdo con las estimaciones del golpeado gobierno haitiano, el terremoto de 7,0 grados en la escala de Richter que destruyó Puerto Príncipe el 12 de enero dejó al 16 por ciento de los niños de la capital sin al menos uno de sus padres.