La Comunidad de Madrid, a través de la Consejería de Inmigración y Cooperación, ha manifestado a Fátima Ghailan su solidaridad y apoyo ante este execrable acoso
La presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, recibió hoy, en la Real Casa de Correos, a diez mujeres marroquíes, jordanas, palestinas y somalíes que, en representación de más de cincuenta asociaciones de inmigrantes, le hicieron entrega de un manifiesto de apoyo a Fátima Ghailan. Fátima ha sido sometida a un proceso de acoso y amedrantamiento por el imán de Cunit (Tarragona), localidad donde reside desde hace 19 años, supuestamente por no comportarse como una musulmana correcta.
Diferentes asociaciones de inmigrantes que colaboran en proyectos con la Comunidad de Madrid han elaborado este manifiesto con el que quieren denunciar que se han querido limitar las libertades de Fátima como mujer, ciudadana y española por no someterse a las exigencias del imán, con la complacencia de la alcaldesa de su pueblo.
«Queremos que Fátima pueda vivir en un país que le garantice vivir en libertad. La libertad de decidir cómo quiera vestir, los amigos que quiera tener, el idioma que quiera hablar o la religión que quiera profesar», cita el manifiesto que han entregado a la presidenta.
Este grupo de mujeres inmigrantes está encabezado por Randa Sayeg, española de origen jordano y concejal del Partido Popular en Villanueva de la Cañada y presidenta de la Asociación de Mujeres Hispano-árabes; Mina Tadili, española de origen marroquí y presidenta de la Asociación Integra de Fuente el Saz; Nadia y Rashida Otmani, vicepresidenta de la Asociación Al-Amal de mujeres marroquíes; Hodán Sulamán, española de origen somalí y presidenta de la Asociación de Mujeres Midecavi; y Fadwah, española de origen marroquí presidenta de la Asociación de Inmigrantes de Tres Cantos.
La Comunidad de Madrid, a través de la Consejería de Inmigración y Cooperación, ha manifestado a Fátima Ghailan su solidaridad y apoyo ante este execrable acoso.
Fátima Ghailán es una musulmana de 31 años, hija de un imán de Larache, ciudad al noroeste de Marruecos de donde emigró para establecerse en Cunit. Profesa el Islam a la vez que trabaja, conduce con asiduidad y no lleva velo.
Los problemas surgieron hace dos años, cuando fue contratada como mediadora cultural por el Ayuntamiento de Cunit, hecho que ella interpreta como el detonante para que el imán -hasta ese momento único interlocutor entre la comunidad musulmana y el Ayuntamiento- la sometiera a acoso. El imán de la localidad, Mohamed Benbrahim, le recriminaba que tuviera empleo y que fuese ella, y no su marido, la que condujera el coche familiar y que sus hijos se relacionaran con niños españoles en la escuela.
El Juzgado de Instrucción número 1 de El Vendrell ha imputado al iman en delitos de amenazas, coacciones y calumnias contra Fátima. La Fiscalía ha solicitado para Benbrahim cinco años de cárcel; cuatro para el presidente de la Asociación Islámica de Cunit, Abderramán el Osri, acusado de coacciones y calumnias, y dos para la esposa y la hija del imán, Zohra Ahmaddach y Haffsa ben Brahim, acusadas de coacciones. Ghailán ha sufrido dos bajas laborales por depresión y ha vivido con protección policial, que ya se le ha retirado. Ahora se encuentra a la espera del juicio.
