Obama se compromete con la reforma migratoria ante unos 175.000 manifestantes

El clamor latino retumba en Washington a favor de la reforma migratoria

"si colaboramos podremos forjar un futuro digno de nuestra historia como nación de inmigrantes", señaló

El clamor latino retumba en Washington a favor de la reforma migratoria
Inmigrantes USA.

Barack Obama, se comprometió a poner todo de su parte para sacar adelante la reforma migratoria "este año"

El presidente de EE.UU., Barack Obama, se comprometió a poner todo de su parte para sacar adelante la reforma migratoria «este año», en un mensaje que tomó por sorpresa a unos 175.000 manifestantes que se concentraron ayer en el Mall de Washington para reclamar la medida.

La voz de decenas de miles de hispanos venidos de todo EE.UU. para la «Marcha por América» a favor de una reforma migratoria retumbó ayer en Washington con una protesta masiva que hizo suyo y cantó el lema «sí se puede» con ritmo latino. Bajo un sol primaveral y con temperaturas que alcanzaron los 24 grados, banderas estadounidenses, mexicanas, cubanas, bolivianas y de otros países de América Latina y el Caribe tiñeron de mil colores la explanada verde que se despliega entre el Capitolio y el Monumento Washington.

A las tres de la tarde, centenares de personas marchaban aún hacia el parque con pancartas que urgían a una reforma migratoria que frene las deportaciones y las separaciones de familia, y que abra un camino para legalizar a los 12 millones de indocumentados que se calcula que viven en el país.

Entre ellos, estaba la puertorriqueña Melissa McGuire-Maniau, quien incansable alzaba sola, entre centenares de personas y frente al escenario principal de la concentración, la pancarta que cuenta la historia de su familia.

Su marido, mexicano de 42 años y que trabaja en EE.UU. desde los 17, vive pendiente de la deportación. Un error de su abogado, según su esposa, condujo a agentes de la agencia de inmigración ICE a su puerta para su expulsión.

«No estaba en ese momento. Pero hemos vivido espantados desde entonces, sintiendo que en cualquier minuto pueden llegar y llevárselo», manifestó a Efe.

Sus tres hijas vinieron con ella y su marido desde Orlando (Florida) en un viaje de más de 20 horas en uno de los más de 40 autobuses que partieron hacia la capital.

En total, más de 900 se desplazaron a Washington, junto a caravanas de vehículos y hasta marchas a pie desde Nueva York, según el Foro Nacional de Inmigración.

En defensa de su marido, aseguró que «no es ningún criminal, ha trabajado y pagado impuestos durante más de 25 años. Habla inglés perfectamente y ha contribuido a este país. No hay razón moral para deportarlo».

El mitín reunió a reverendos, rabinos e imanes en una oración interreligiosa, y vítores de locutores latinos como el popular Eddie «El Piolín» Sotelo, y discursos de legisladores como el senador Robert Menéndez.

El invitado sorpresa fue el presidente estadounidense, Barack Obama, quien apareció en las pantallas ante los manifestantes en un mensaje grabado para mantener la esperanza de una comunidad que le apoyó en más de un 60 por ciento con su voto en las últimas elecciones presidenciales.

Ante ellos se comprometió a poner todo de su parte para lograr una reforma migratoria «este año», mensaje que recibieron los activistas con fuertes aplausos y gritos de «sí se puede».

«Pero es la última vez que venimos (a Washington)», advirtió en declaraciones a Efe la latina Emilés Jiménez, del Centro de Orientación del Inmigrante de Miami (Florida).

«Porque si (Obama) no hace nada, los que somos ciudadanos inmigrantes no vamos a volver a las urnas a votar. Necesitamos ahora la reforma», aseguró frente a la Casa Blanca, donde a las once de la mañana miles de manifestantes se reunieron en un mitin para avivar los ánimos de la marcha.

Familias enteras con su almuerzo, sus gorras y sus botellas de agua preparadas gritaron, cantaron, oraron y alzaron orgullosos pancartas, que identificaban sus vidas como campesinos de California, enfermeras de Chicago o estudiantes de Nuevo México.

Entre ellos, estaba Rogelio Lona, de California, campesino, de 61 años y 45 trabajando en el campo, quien pidió a Obama que «después del plan de salud, se enfoque en la reforma migratoria».

La manifestación es la mayor desde que Obama llegó a la Casa Blanca.

McGuire-Maniau expresó su emoción de ver a tanta gente y sus esperanzas de que la protesta «conmueva el corazón de los congresistas para pasar una reforma lo antes posible».

Según los organizadores de la marcha, se calcula que unas 175.000 personas se concentraron en el parque que recorre el centro de Washington.

 

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Autor

Emilio González

Emilio González, profesor de economía española, europea y mundial en la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales de la Universidad Autónoma de Madrid.

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