La reunión en París se realizó en lugar de otra que estaba prevista para abril en Madrid y que se suspendió tras la muerte en febrero del prisionero cubano de conciencia Osvaldo Zapata
Cuba exigió a la Unión Europea (UE) un cambio de su política hacia la isla, que calificó como «injerencista», pero Francia rechazó el reclamo aduciendo que faltan «gestos» La Habana en materia de derechos humanos.
El reclamo cubano fue transmitido durante un encuentro que el canciller Bruno Rodríguez mantuvo que este jueves en París con su par español, Miguel Ángel Moratinos, cuyo país ejerce la presidencia semestral de la UE, y representantes de Bruselas.
Se trató de un nuevo capítulo del diálogo político que Europa y Cuba retomaron en 2008, tras un lustro de distanciamiento, pero un comunicado cubano al final de la reunión criticó la Posición Común europea hacia la isla.
Rodríguez «reiteró que la injerencista y unilateral Posición Común de la UE hacia nuestro país, constituye el principal obstáculo para la normalización plena de las relaciones», señaló el comunicado cubano.
La Posición Común supedita desde 1996 los vínculos de Europa con Cuba a la mejora de los derechos humanos y la apertura democrática en la isla comunista, pero España aspiraba a modificar ese marco de relaciones.
Cualquier cambio en esa materia requiere un consenso de los 27 países de la UE, que el próximo lunes revisarán sus relaciones con Cuba, pero Francia descartó este jueves que sea «posible dar un paso adelante».
«Ellos no han hecho los gestos que nosotros esperábamos, sobre todo en materia de derechos humanos y de libertades fundamentales», declaró la portavoz adjunta de la Cancillería francesa, Christine Fages.
Una fuente de la diplomacia europea en Bruselas indicó a BBC Mundo que «la Posición Común es bastante clara en cuanto a los progresos que debe alcanzar» Cuba, y descartó que hasta ahora haya un «cambio particular» en ese sentido.
«Marco contractual»
El comunicado cubano indicó que en el encuentro celebrado en la residencia del embajador de España en París «se manifestó el interés de la presidencia y de la Comisión Europea en profundizar la cooperación con Cuba y el establecimiento de un marco contractual» con la isla.
Agregó que eso serviría como «base para el desarrollo de las relaciones entre ambas partes».
Rodríguez «trasladó la voluntad cubana de negociar un marco bilateral de relaciones con la UE, que incluya tanto los vínculos políticos, como el comercio y la cooperación», indicó el texto.
Pero el canciller cubano afirmó que para que se mantenga una relación «respetuosa» entre ambas partes es necesario que «la UE reconozca y trate a Cuba en igualdad de condiciones».
La reunión en París se realizó en lugar de otra que estaba prevista para abril en Madrid y que se suspendió tras la muerte en febrero del prisionero cubano de conciencia Osvaldo Zapata, que realizaba una huelga de hambre.
La Posición Común hacia cuba fue aprobada por Europa a instancias del ex presidente de gobierno español José María Aznar, pero el actual gobierno ejecutivo español pretendía reemplazarla por un acuerdo bilateral de cooperación.
Está previsto que los países europeos realicen el lunes su revisión anual de su relación con Cuba.
Reticencias
Sin embargo, Francia enterró este mismo jueves a través de las declaraciones de su portavoz la posibilidad de un fin inmediato de la Posición Común, poco después de reclamo cubano en París.
Otros países europeos como República Checa o Suecia también son reticentes a cualquier cambio por el momento.
Tras la reunión de Madrid, Moratinos viajaba a Roma para participar de un encuentro entre el presidente de gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, y el papa Benedicto XVI.
Según medios españoles, estaba previsto que durante las reuniones del Vaticano se abordara la cuestión cubana, ante la impresión de Madrid de que la Iglesia Católica logró avances recientes en la situación de presos políticos en la isla.