La orden de prisión del director de Globovisión es por una usura como vendedor de vehículos

La orden de prisión del director de Globovisión es por una usura como vendedor de vehículos
. Agencia EFE

La orden de detención dictada contra Guillermo Zuloaga, director de la emisora venezolana Globovisión, muy crítica del presidente, Hugo Chávez, es por el caso de usura que afronta como propietario de una concesionaria de vehículos.

Así lo informó la titular de la Fiscalía General, Luisa Ortega Díaz, poco después de que la abogada de Zuloaga, Perla Jaimes, asegurara que en la orden de prisión que recibió esta noche en la residencia de sus clientes no detallaba las razones.

La orden de aprehensión también afecta a uno de los hijos de Guillermo Zuloaga, del mismo nombre, quien tampoco se encontraba en el lugar al que acudió la fuerza pública para intentar detenerlos.

Ambos están «presuntamente incursos en los delitos de usura genérica y agavillamiento» (asociación con fines ilícitos), tipificados en la Ley de Acceso de las Personas a Bienes y Servicios y en el Código Penal, respectivamente, remarcó Ortega Díaz en declaraciones a la emisora VTV de la red estatal de televisión.

«Hago esta aclaratoria para que no halla confusiones en torno a las razones por las cuales el Tribunal 13 de Control acordó (aceptar) las solicitudes (de prisión) hechas por el Ministerio Público», sostuvo.

«Ahora habría que esperar a que las autoridades policiales logren aprehenderlos para hacer la presentación de ellos ante el Tribunal 13 de Control», donde se decidirá si se les concede o no la libertad condicional, añadió la fiscal general.

En una propiedad urbana de Zuloaga en el este de Caracas, donde el empresario dijo que funcionaban unas oficinas suyas, fueron hallados el 23 de mayo de 2009 una veintena de vehículos nuevos de dos distribuidores automovilísticos propiedad de ambos.

La acusación consiste en que Zuloaga y su hijo tenían ocultos esos vehículos para luego especular con el precio de venta.

«Nosotros puede ser que especulemos, pero damos fuentes de empleos», dijo luego Zuloaga.

Chávez acusó a Zuloaga el pasado 3 de junio de haber dicho en una reunión de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) celebrada en Aruba en marzo pasado que él mandó a matar a las diecinueve víctimas que dejó el golpe de Estado que lo derrocó durante dos días en abril de 2002, pero que se abstenía de demandarlo judicialmente.

Sin embargo, «el sistema debería poner las cosas en su lugar», añadió, tras lo cual se produjo la actuación de la Fiscalía.

Zuloaga fue detenido durante unas horas el pasado 25 de marzo en un aeropuerto del noroeste de Venezuela cuando iba a viajar a la isla de Bonaire, en las Antillas Holandesas, en su propio avión como piloto.

La fiscal general venezolana informó entonces que se había abierto una investigación en contra del empresario televisivo y automovilístico por sus declaraciones en la reunión de la SIP en Aruba, en las que éste responsabilizó al jefe del Estado de «disparar y echarle plomo a los venezolanos».

Ortega indicó que Zuloaga pronunció estas palabras en alusión a hechos ocurridos durante el golpe de 2002 y agregó que ello podía acarrearle acusaciones por «varios delitos por ofensa o vilipendio» y también por «divulgación de información falsa».

La orden de captura, explicó la fiscal entonces, se produjo porque Zuloaga iba a escapar del país.

El presidente de Globovisión fue trasladado ese día a Caracas y presentado ante un juez que dictó su libertad condicional, pero le impuso una medida cautelar que le impide salir del país.

El empresario negó entonces que hubiese tenido intención de escapar de Venezuela y sostuvo que en Aruba se limitó a relatar «una serie de hechos históricos conocidos».

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