Al menos veintiocho personas murieron y 44 resultaron heridas esta madrugada en un accidente de tránsito de un autobús que cubría la ruta entre la ciudad central de Cochabamba y Potosí (suroeste), confirmaron hoy a Efe fuentes policiales.
Según el primer reporte, un autobús de la compañía TransUncía, con 70 pasajeros, cayó a la 01.30 hora local (05.30 GMT) por un barranco cerca de la zona de Pongo K’asa por un fallo en el sistema de frenos del vehículo, informó el comandante de la policía de Cochabamba, coronel Hernán Trujillo.
De acuerdo con el relato de los heridos, el ayudante del vehículo había advertido a los pasajeros que se ubicaran en la parte de atrás porque había problemas en los frenos.
Los heridos fueron trasladados a clínicas de la población de Quillacollo y, los más graves, a hospitales de Cochabamba.
Según Trujillo, hay un niño muerto y 16 menores heridos.
La radio estatal Patria Nueva dijo que el conductor del autobús, Roberto Gandarillas, trató de escapar después del siniestro, pero fue detenido y sometido a un test de alcoholemia para verificar si conducía en estado de ebriedad.
La policía está investigando también el posible exceso de pasajeros en el momento del accidente, ya que según el control de la empresa sólo había 46 personas registradas.
A principios de año, la misma zona vivió otro siniestro similar, con un balance de 22 muertos y 37 heridos.
Este accidente se produce días después de que, según el último reporte, trece personas murieran y 39 resultaran heridas en un accidente de un autobús de la compañía El Dorado, que hacía la misma ruta que el accidentado esta madrugada.
El chofer de ese vehículo, Raúl Calle, fue imputado por homicidio y podría ser sancionado con una pena de tres a seis años de cárcel, informó hoy el periódico Los Tiempos.
Tras ese accidente se abrió un debate sobre la seguridad en las carreteras y servicios de transporte en Bolivia.