Los menores extranjeros no acompañados («menas») que llegan a España tienen presentan una tendencia más generalizada al consumo de drogas que los jóvenes que se reencuentran con familiares o que los menores españoles de entre 15 y 18 años.
Ésta es una de las principales conclusiones del estudio «Procesos migratorios de menores y consumo de drogas: un análisis de los factores de riesgo», realizado por la Asociación de Trabajadores e Inmigrantes Marroquíes en España (Atime) y presentado este jueves en una rueda de prensa en Madrid.
El estudio incluye encuestas a más de 6.000 jóvenes extranjeros en Andalucía, Cataluña y Comunidad de Madrid, de entre 15 y 18 años, con algunas diferencias entre nacionalidades, ya que el 83% de los «menas» eran marroquíes y un 40% de los menores reagrupados procedían de Marruecos y otro porcentaje similar de América Latina.
Los «menas» declaran haber consumido alguna vez la mayoría de las drogas consultadas y superan a la media nacional de jóvenes españoles de entre 15 y 18 años en todas, salvo en el alcohol y el «speed» o las anfetaminas.
Así, el consumo de los «menas» es superior en tabaco (52%, por el 44,6% de promedio nacional), tranquilizantes (32,5%, por 17,3%), cannabis (45,7%, por 35,2%), cocaína (16,9%, por 5,1%), éxtasis líquido (4,8%, por 1,1%), éxtasis (4,8%, por 2,7%) e inhaladores volátiles como el pegamento (8,4%, por 2,7%).
Nuria Cano, una de las coordinadoras del estudio, destacó que ello se debe a que estos menores realizan el proceso migratorio «en soledad» y se encuentran «en desamparo» en España, «con unas expectativas de emigración básicamente ingenuas», además de que sobreviven en su primera etapa en la calle.
Por otro lado, los menores reagrupados consumen más cocaína (9%) e inhaladores volátiles (3,7%) que los jóvenes españoles de entre 15 y 18 años, pero caen menos en el resto de las drogas.
Cano señaló que los menores reagrupados cuentan como puntos fuertes respecto del consumo de drogas el hecho de que llevan a cabo los viajes migratorios con mayores garantías de protección, que este proceso está diseñado por sus familiares y tener un reducido margen de responsabilidad en la toma de decisiones.