Un grupo de entre 300 y 400 indios indígenas tomaron este domingo una central hidroeléctrica en construcción en el centro del país y retuvieron como rehenes a unos 100 trabajadores para protestar contra la construcción de esta instalación sobre un antiguo cementario donde descansan los restos de sus ancestros.
Los indios, pertenecientes a once tribus de la región, armados con arcos y flechas y con sus cuerpos tatuados, entraron en la planta hidroeléctrica de Los Dardanelos, situada en el estado de Mato Grosso. Según la Fundación Nacional del Indio (Funai), esta acción fue incruenta.
Los indios habrían confinado en sus barracones al centenar de rehenes, la mayoría de ellos obreros que trabajaban en la contrucción de la presa de la central hidroeléctrica, que se espera sea terminada este año, informa el diario brasileño ‘Folha’ en su página web.
Según un responsable de Funai en Mato Gosso, Antonio Carlos Ferreira, a la hora de decidir el emplazamiento de la nueva planta no se tuvieron en cuenta las reivindicaciones de los indígenas. Si bien reconoce que la planta se está construyendo fuera de la reserva india, ésta se levanta sobre un cementerio ancestral extremadamente importante para ellos.
Ferreira, sin embargo, afirmó que los indios «están abiertos a la negociación» en este contencioso, que sostiene podría arreglarse con una apropiada indemnización económica.
De cualquier modo, los indígenas exigen para comenzar las negociaciones la presencia de representantes de los ministerios de Medio Ambiente, Minas y Energía, así como la de representantes de la Funai de Brasilia, de la Fiscalía, del Instituto Nacional de Patrimonio Histórico-Artístico (IPHAN) y de la empresa a la que pertenece la planta hidroeléctrica.
Se da la circunstancia de que antes de que se produjera este episodio la Fiscalía de Mato Grosso ya había tramitado denuncias por posibles irregularidades en la concesión del permiso medioambiental para la construcción de la planta.