La última Feria del Libro celebrada en Lima, que tuvo como país invitado a Ecuador, «abrió una primera ventana» a la literatura ecuatoriana para que «entre a circular» dentro de Latinoamérica, ya que es «una de las grandes desconocidas» de la región, consideró hoy la escritora Gabriela Alemán.
La autora, que participó en la delegación que representó a su país en Lima, señaló que la escritura ecuatoriana «es una de las grandes desconocidas dentro de la literatura latinoamericana» en gran medida «porque no ha dado el traspaso de fronteras, en términos de editoriales».
«No llegan los libros ecuatorianos fuera, entonces hay un desconocimiento de esa literatura por parte del público» latinoamericano, señaló en una entrevista con Efe.
Por ello, consideró que declarar a Ecuador como invitado a la XV Feria Internacional del Libro de Lima, que finalizó el pasado domingo, ha supuesto un importante apoyo para la difusión de los autores ecuatorianos más allá del país.
«Es la primera gran feria de Latinoamérica que invita a Ecuador como país central», cuya representación tuvo «una gran gama de autores de distintas tendencias, enfoques y generaciones», agregó.
Además, consideró que, la posibilidad de compartir experiencias con editoriales de Perú, puede ayudar a Ecuador a «emular» un «trabajo profesional» en ese campo, en el que se cuide la edición de los libros y exista un interés por la distribución y difusión, «un gran paso» que, en su opinión, «falla» en el país.
Alemán destacó, asimismo, el «espacio amistoso y cordial» que encontró la delegación de Ecuador en Perú, lo que demostró que ambos países han dado «un salto hacia otro espacio (…) de lazos en común para fabricar un futuro juntos», diferente al «hueco negro» que supuso la escaramuza bélica que las dos naciones tuvieron en 1995.
Por otra parte, la escritora ecuatoriana presentó en la Feria de Lima su nuevo libro de cuentos, «Álbum de Familia», ocho relatos que demuestran «que Ecuador nunca estuvo fuera de la historia o de la literatura».
A su criterio, existe «una idea asumida en ciertos ámbitos culturales en Ecuador, de que el país se ha mantenido siempre en la periferia de la historia, en la periferia de Occidente; de que nunca ha sido parte de ese mundo y de que, necesariamente, para entrar ahí hay que escribir desde los centros de poder, desde las metrópolis».
Sin embargo, con «Álbum de Familia», Alemán responde, «no desde la teoría, ni desde la crítica, sino desde la propia literatura», que «Ecuador nunca ha estado fuera de las revoluciones que han transformado al mundo, ha estado más bien inmerso en ellas, pero no se le ha visto».
De ese modo, la escritora rememora momentos y personajes relacionados con Robinson Crusoe, la evangelización de los indígenas waorani de la Amazonía ecuatoriana, unos supuestos espías alemanes en la Segunda Guerra Mundial, afincados en una isla del archipiélago de Galápagos y la historia que dejó atrás la ecuatoriana Lorena Ruiz Bobbit, tras cercenar el miembro sexual a su marido, entre otros.
«En ningún momento en los cuentos hay un interés por hacer o armar un discurso político o desde la sociología, sino plantear preguntas y que los lectores, junto a los textos, traten de descubrir qué es lo que está ocurriendo ahí y reflexionen sobre otras cosas que ya quedan fuera del marco contextual», señaló.
En «Álbum de Familia», Alemán recoge relatos «pequeños, íntimos», que «esconden verdades grandes» en el «marco de Ecuador y tratan de romper esa falsa dicotomía de qué es el adentro y qué es el afuera» de la historia.
Este nuevo libro supone el sexto de su carrera tras las novelas «Poso Wells» y «Body Time» y las colecciones de relatos «Maldito Corazón», «Zoom» y «Fuga Permanente».
