El primer grupo de una misión de observación conjunta de la Organización de Estados Americanos (OEA) y la Comunidad del Caribe (Caricom) de cara a las elecciones del próximo 28 de noviembre en Haití llegará mañana al país caribeño.
Con un presupuesto de 5,3 millones de dólares y formada por 193 miembros, la misión será la más cara y la más numerosa que estos organismos han formado en su historia y tendrá como cometido supervisar el proceso electoral durante cerca de siete meses, hasta la publicación de los resultados de la segunda ronda de votaciones.
Fuentes de la oficina de la OEA indicaron a Efe que este primer grupo, formado por siete miembros, llegará procedente de Washington, sede del organismo americano, y se sumará a tres observadores que ya están en Puerto Príncipe.
Los observadores participarán en la evaluación de las diferentes etapas del proceso de elecciones presidenciales y legislativas y estará liderado por el diplomático Colin Granderson, de Trinidad y Tobago.
Granderson es bien conocido en Haití, donde fue el coordinador de la Misión Civil Internacional (Micivih) encargada por la OEA de observar la situación de los derechos humanos durante la época de los Gobiernos posteriores al golpe de Estado de 1991 contra el entonces presidente constitucional Jean-Bertrand Aristide.
Los haitianos elegirán el próximo 28 de noviembre al sucesor del presidente René Préval, así como a 11 senadores y a 99 diputados.
El secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, y el embajador de Haití ante el organismo interamericano, Duly Brutus, firmaron hoy en Washington el acuerdo que establece los privilegios e inmunidades de la misión, informó el organismo.
Insulza explicó que el principal objetivo de la misión conjunta OEA-Caricom es «verificar que el proceso se desarrolle dentro de las normas y los estándares internacionales de legitimidad y transparencia, tal como lo establece la Carta Democrática Interamericana para garantizar un proceso electoral libre y justo».
Por su parte, Brutus expresó su satisfacción por la firma del acuerdo, y aseguró que «la presencia y el apoyo de la OEA es la mejor expresión de la voluntad de esta organización de apoyar y colaborar con las instituciones democráticas en Haití».
«Esta es la mejor vía que tenemos los haitianos para defender los principios de la democracia, tan necesaria para luchar contra la pobreza y apoyar la reconstrucción del país», añadió.
La OEA ha estado involucrada en varios aspectos del proceso electoral haitiano, como el registro de nuevos votantes, la asistencia técnica al Consejo Electoral Provisional (CEP) y de conocimientos técnicos y de equipos para el establecimiento de centros de tabulación.