LA PAZ, 7 (Reuters/EP)
La oposición boliviana tachó el viernes de «provocación» el supuesto entrenamiento militar impartido a activistas de movimientos indígenas afines al presidente de Bolivia, Evo Morales, que el Gobierno calificó como simple «adoctrinamiento».
La protesta se produjo después de la publicación en medios locales de imágenes de hombres y mujeres indígenas realizando ejercicios físicos y aparentes prácticas de tiro.
«Llegan al extremo de fomentar el odio, de entrenar militarmente a civiles para una guerra que no nos llevará a ninguna parte, salvo a una espiral de confrontación donde nadie saldrá victorioso», denunció el gobernador del departamento oriental de Santa Cruz, Rubén Costas, aludiendo al Gobierno.
«Con imposiciones e intolerancia no se hace patria ni se logra la unidad», agregó el líder conservador cruceño, quien aceptó de mala gana la decisión de Morales de realizar el viernes en Santa Cruz los actos centrales de celebración de la independencia nacional.
El mandatario no estaba presente cuando Costas expresó su protesta, durante un discurso callejero, en línea con la molestia manifestada previamente por el jefe de la oposición legislativa, Germán Antelo.
El Gobierno negó que se estuviera formando a una milicia irregular. «El programa se inscribe en (la) necesidad de las Fuerzas Armadas de ampliar la base de formación cívica que es obligación dar a los ciudadanos», dijo el jueves el vicepresidente Alvaro García.
El ministro de Defensa Rubén Saavedra dijo el viernes que el programa, iniciado el lunes en varios distritos, era similar al desarrollado en años pasados y apuntaba primero a preparar a campesinos e indígenas para la parada cívica-militar que se realizará el sábado en la ciudad amazónica de Cobija.
La autoridad no explicó por qué los indígenas observados por los medios tenían armas de fuego, de cuyas características no había confirmación.
El jueves, el coronel militar Boris Checa, comandante de un regimiento en el que fueron observados los campesinos, encendió la polémica al declarar a reporteros que «el Estado tiene que estar preparado para todo (…), no solamente los militares».