Los equipos de rescate que trabajan en el yacimiento de San José, en el desierto chileno de Atacama (norte), trabajaron durante las últimas horas en despejar un ducto de ventilación por el que pretenden acceder hasta el lugar donde desde la tarde del jueves permanecen atrapados 34 mineros.
Las unidades de rescate, formadas por bomberos y personal del Grupo de Operaciones Especiales de Carabineros, han seguido trabajando durante la madrugada del sábado en la mina, situada en el municipio de Copiapó, a 834 kilómetros al norte de Santiago.
Según dijeron a la prensa las autoridades y representantes de la empresa, en las próximas horas estarían en disposición de alcanzar un lugar situado a unos 300 metros de profundidad donde se espera que los mineros accidentados se hayan guarecido.
De hecho, una treintena de personas de rescate ya llegó hasta los 280 metros de profundidad, tras lo cual diez de ellos intentarán acceder al refugio subterráneo.
El ministro de Minería, Laurence Golborne, quien ayer regresó urgentemente a Chile desde Ecuador -donde acompañaba en un viaje oficial al presidente, Sebastián Piñera- anunció que «hoy los rescatistas entrarán y no saldrán hasta tener noticias» de los trabajadores accidentados.
«Pido paciencia. No va a ser fácil», advirtió Golborne, quien agregó que se han formado cinco equipos de ocho miembros cada uno para ir turnándose en el operativo.
Concluidas ya las labores de despeje, los voluntarios empezarán a descender por ductos de unos dos metros de ancho, portando material de rescate y equipo médico de urgencia.
Daniel Espinoza, uno de los rescatadores que estuvo trabajando toda la noche, declaró que a mediodía de hoy (16:00 GMT), podría producirse el anhelado contacto con los mineros, cuyo intento de rescate es seguido de cerca por un centenar de familiares que pasó la noche en un improvisado campamento.
El accidente en el yacimiento San José, propiedad de la minera San Esteban, se produjo alrededor de las 14:00 horas (18:00 GMT) del pasado jueves, por lo que los rescatadores trabajan contra el reloj, ya que de haber alcanzado el refugio, apenas tendrían oxígeno para unas 72 horas, aproximadamente.
Durante la madrugada de este sábado, el personal de rescate ha trabajado en despejar el camino y asegurar con listones de madera las paredes de una chimenea de ventilación que corre paralela a la galería de la mina.
Desde un primer momento, se descartó la posibilidad de remover las toneladas de roca y tierra que taponan el acceso, puesto que ello requeriría demasiado tiempo.
El ministro Golborne aseguró que se han dispuesto todos los recursos para que cuando se rescate a los mineros, se les pueda dar una rápida atención médica.