Al menos 40 personas murieron hoy al despeñarse por un barranco de 30 metros el autocar en el que viajaban en el norte de Filipinas, informaron fuentes policiales.
El suceso ocurrió cuando los frenos del vehículo, con 50 pasajeros a bordo, fallaron en una carretera de una zona montañosa cerca de la ciudad de Baguio, 250 kilómetros al norte de Manila.
Según el superintendente policial Wilben Mayor, hubo diez supervivientes, entre ellos un niño de diez años, y nueve de ellos están ingresados en el hospital.
Los equipos de emergencia lograron recuperar en las últimas horas cuatro cuerpos sepultados por el autobús y trabajan para rescatar otro cadáver más atrapado bajo el motor.
Mayor aseguró que el conductor, que sobrevivió el accidente, deberá comparecer ante la justicia por conducción temeraria en homicidio y lesiones físicas.
Accidentes de este tipo son frecuentes en Filipinas, sobre todo en las zonas rurales, donde a la conducción temeraria y a la sobrecarga de vehículos desvencijados se unen las carreteras en pésimo estado de conservación.
El pasado julio, 15 personas murieron al fallar los frenos de un autobús que se estrelló contra la pared de hormigón de una vivienda en la región central.
Cientos de filipinos mueren cada año en siniestros de tráfico especialmente durante la estación lluviosa, que comienza en mayo o junio y se prolonga hasta finales de año.