Expertos en rescate aseguraron esta noche que una de las máquinas de sondaje alcanzó los 670 metros de profundidad y que en las próximas horas se podría tomar contacto con los 33 mineros chilenos atrapados en el yacimiento San José, desde el pasado 5 de agosto.
El ingeniero Andrés Sougarret, que «supervigila» las faenas de rescate, afirmó a los periodistas «que se estaría a sólo unos 40 metros de la galería donde podrían lograr comunicarse con los mineros atrapados».
El experto, funcionario de El Teniente, la mina subterránea más grande del mundo, dijo que una vez que se logre el eventual éxito de ese sondaje, «lo primordial va a ser asegurar el pozo».
En tanto, el ministro de Minería, Laurence Golborne, que permanece en el lugar del accidente, reiteró el llamado a la calma, tras saberse la noticia.
Sougarret explicó: «estamos hablando entre 8 y 10 horas para tomar contacto» con los trabajadores atrapados en el yacimiento, posiblemente en la madrugada del jueves.
El ingeniero informó que en caso de que la máquina, de técnica muy avanzada, logre su objetivo, «la primera labor será asegurar el foso. Para ello vamos a realizar una labor que se llama encamisado (para evitar posibles derrumbes) del foso», apostilló.
«Luego, se procederá a bajar la sonda que cuenta con cámara de televisión y audio», cuya efectividad fue probada a principios de semana, añadió.
Los especialistas estiman que la máquina perforadora alcanzará en las próximas ocho horas los 700 metros de profundidad donde se supone estarían los obreros atrapados.
Explicaron que una vez hecho el «contacto real», a través de la cámara de televisión, nunca se ha sabido si los mineros están con vida «la imagen hablará por sí sola» y ya se podrá informar de manera oficial a ese respecto.
«Antes sería especular sobre el contacto», dijo Sougarret, quien no escondió su satisfacción por la labor de los rescatistas que no han parado de trabajar desde que la maquinaria pesada llegó al lugar.
El accidente minero se produjo alrededor de las 14.00 hora local (18.00 GMT) del jueves 5 de agosto en el yacimiento San José, propiedad de la minera San Esteban, en la norteña región de Atacama, cuyo primer intento de rescate a través de un conducto de aire fracasó dos días después.
Las familiares de los 33 mineros atrapados han acercado más leña a las fogatas, síntoma de que harán vigilia toda la noche para estar atentos a cualquier información sobre el esperado contacto con los obreros.
