Una sonda superó hoy los 700 metros de profundidad en una mina del norte de Chile donde 33 mineros quedaron atrapados hace catorce días, sin contactar a las víctimas ni al refugio donde se supone pudieron guarecerse.
Así lo confirmó en Santiago el presidente de Chile, Sebastián Piñera, después de la información de los encargados de las tareas de rescate en la mina San José, cercana a Copiapó, en la región de Atacama, donde un derrumbe atrapó a los trabajadores el pasado 5 de agosto, sin que desde entonces se conozca en qué situación se encuentran.
Se esperaba que la sonda, una de las nueve que perforan el cerro con el objetivo de contactar a los mineros, alcanzara hoy los 700 metros de profundidad, donde existe un refugio en el que se supone pueden estar las víctimas.
La sonda llegó a 720 metros sin dar con la galería en que se encuentra el refugio, dijeron las fuentes, que añadieron que el ministro de Minería, Laurence Golborne, se reunirá más tarde con los familiares para entregarles detalles del nuevo contratiempo.
La perforadora, la más avanzada de las que están operando en el lugar, funciona con un sistema denominado «aire reverso», que es más rápida pero más imprecisa y cualquier desvío no se puede corregir sobre la marcha.
Las sondas más precisas, con sistema de «diamantina» y dotadas de un motor autónomo que permite corregir los desvíos sobre la marcha, son más lentas y la más avanzada de ellas estaba hoy a 420 metros de profundidad, según las fuentes.
«Lamentablemente la sonda más avanzada no hizo contacto con los mineros atrapados», dijo Piñera durante un acto relacionado con subvenciones escolares en Santiago.
«Pero hay ocho sondas más, que siguen avanzando y por tanto, sin desconocer lo difícil que es esta tarea de rescate, en una mina muy profunda, con tantas fallas geológicas y que ha tenido tantos accidentes, no perdemos las esperanzas y vamos a seguir haciendo lo humanamente posible para hacer contacto con ellos», añadió.
«Espero que cada golpe de esas sondas sea un motivo de esperanza para los mineros y para todos los chilenos», manifestó el mandatario chileno, quien indicó que las autoridades, además de buscar el contacto con los mineros, también trabajan en preparar las tareas de rescate.
«Esto ha sido extraordinariamente difícil y complejo, pero quiero agregar lo positivo de esta experiencia: la fuerza, el coraje de los familiares de familiares y rescatistas, que no han escatimado ningún esfuerzo», concluyó.