Más de 4.000 reclusos de tres cárceles venezolanas iniciaron una huelga de hambre en protesta por los supuestos «malos tratos» por parte de los custodios, el retraso procesal y el hacinamiento, informaron hoy medios locales.
La huelga de hambre involucra a 32 de los 80 reclusos de la Mínima de Carabobo; unos 3.000 del Centro Penitenciario de Aragua, ambos en el centro-norte venezolano, y otros 1.137 de la cárcel de Vista Hermosa, en el sur del país, informó este viernes el diario El Universal de Caracas.
La protesta comenzó en la Mínima de Carabobo, también conocida como la cárcel de Tocuyito, donde los reclusos denunciaron ser maltratados física y psicológicamente por los integrantes de la Guardia Nacional (GN-policía militarizada), encargados de la custodia de las cárceles, tras la fuga de un importante criminal de esa cárcel esta semana.
Antonio Molina, abogado defensor de uno de los reos en huelga, dijo a El Universal que los custodios «han golpeado reiteradamente» a los presos en huelga, «rompieron sus pertenencias a patadas y suspendieron la visita».
Asimismo, los presos de Vista Hermosa, en el sureño estado de Bolívar, se sumaron a la huelga de hambre en solidaridad con los de Carabobo, explicó Julio Martínez, quien lleva dos años recluido en ese centro penitenciario.
«Nos unimos (…) por los atropellos contra los compañeros de Tocuyito, que los tienen aislados, sin visitas y los han golpeado», dijo Martínez al rotativo caraqueño.
Los reos de Carabobo no sufren maltratos por parte de los custodios desde hace al menos «cuatro años» y tienen «bastante comida», pero existe un retraso procesal agudo que incide en el hacinamiento, explicó Florentino Ariza, otro recluso.
Esa cárcel está diseñada para 450 reos, y cuenta actualmente con 1.137, al tiempo que el «74 por ciento» de esa población carcelaria está a la espera de sentencia, precisó Ariza al diario El Universal.
Los más de 3.000 presos del Centro Penitenciario de Aragua se sumaron a la protesta en rechazo al hacinamiento, el retardo procesal y los maltratos que reciben tanto ellos con sus familiares por parte de los custodios, explicaron en un comunicado.
En el documento, los presos afirman que ese centro penitenciario tiene una capacidad para albergar 600 personas, pero ahora cuenta con 3.400, de los cuales, solo 350 han recibido sentencia.
Por otra parte, el diario caraqueño El Nacional informó hoy que un reo murió acuchillado el jueves y otros 38 resultaron heridos en una riña colectiva que se prolongó durante cuatro días en la cárcel de Uribana, en el occidental estado de Lara.
La pelea, conocida como «coliseo» consiste en enfrentamientos a cuchillo entre los reclusos, explicó la información de prensa.
En las hacinadas cárceles venezolanas -consideradas unas de las que más incidentes violentos registran en Latinoamérica- murieron 366 reos en 2009, según datos de la organización no gubernamental Observatorio Venezolano de Prisiones (OVP).
En el primer semestres de este año ya han muerto 221 reos de cárceles venezolanas, lo que representa un aumento del 25,5 frente a las 176 víctimas del mismo período de 2009, según datos de la OVP.
En Venezuela son frecuentes las huelgas de hambre y autosecuestros de familiares de los presos como medidas de presión a las autoridades para que se aceleren los juicios y se mejore el trato a los reos.
El Gobierno venezolano creó, en octubre de 2008, el Consejo Superior Penitenciario, integrado por el Supremo y la Fiscalía, para intentar «resolver de manera rápida y efectiva los problemas» que se registran en las cárceles del país, dijo entonces el ministro del Interior, Tarek El Aissami.