El presidente de Guatemala, Álvaro Colom, declaró hoy «emergencia nacional» por las fuertes lluvias que azotan el país desde hace dos días, las que en las últimas horas se han cobrado la vida de 18 personas, y causado daños en la infraestructura calculados entre 375 y 500 millones de dólares.
El mandatario ofreció una rueda de prensa en la sede de la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (Conred), tras sobrevolar las zonas que han sido más afectadas por los aguaceros.
Según Colom, los daños que las lluvias han causado en el país durante la última semana son similares en un 40 por ciento a los que provocó la tormenta tropical «Agatha» en los primeros días de junio pasado.
El mandatario aseguró que las lluvias «han destruido todo el trabajo hecho en las últimas semanas» en materia de reconstrucción, e instó a los bloques de oposición en el Parlamento para que aprueben una ampliación al presupuesto de este años de unos 1.300 millones de quetzales (cerca de 163 millones de dólares).
Además pidió a los legisladores aprobar un impuesto temporal denominado «bono de reconstrucción», cuyos detalles no precisó, el cual presentará en los próximos días y que servirá para financiar la reconstrucción del país tras los daños ocasionados por los fenómenos naturales.
«Esperaría que haya conciencia» en los partidos de oposición «para agilizar la agenda legislativa», ya que la emergencia «está provocando muertes y derrumbes», indicó el gobernante.
Colom aseguró que, a pesar de que su Gobierno no cuenta con recursos, «no se dejará de atender lo humanitario» y reafirmó que en este momento «la prioridad es la emergencia».
Los daños a la infraestructura fueron cuantificados por el presidente entre 375 y 500 millones de dólares.
Según el último informe de la Conred, en la últimas horas han fallecido 18 personas como consecuencia de accidentes relacionados con las lluvias.
Diez de ellas murieron soterradas al quedar sepultado por un cerro el autobús en el que viajaban en un carretera ubicada en el kilómetro 83 de la carretera Interamericana, en la comunidad de Tecpan, departamento de Chimaltenango, al oeste de la capital.
Según testigos, el cerro se desprendió justo en el momento en que pasaba un autobús que viajaba a una comunidad cercana, lo que también causó heridas a más de 20 personas que fueron rescatadas por los socorristas.
Casi al mismo tiempo, una pareja y dos de sus hijos, fallecieron soterrados dentro de una humilde vivienda ubicada en la población de Colomba, en el departamento de Quetzaltenango, a unos 230 kilómetros al oeste de la capital, sobre la cual cayó un alud de tierra.
Las autoridades también reportaron otros cuatro fallecimientos en diferentes partes del país, provocados por accidentes relacionados con las lluvias.
Según el Instituto Nacional de Sismología, Vulcanología, Metereología e Hidrología (Insivumeh), los aguaceros que azotan Guatemala desde el pasado jueves son producto de un sistema de baja presión proveniente del norte, el cual se mantendrá durante las próximas 48 horas.
Las copiosas lluvias han filtrado tal cantidad de agua en la tierra, que han provocado más de 30 derrumbes en diferentes puntos del país.
La Conred ordenó el cierre de la carretera Interamericana, desde el kilómetro 70 hasta el 200, por el peligro que representan los múltiples derrumbes.
El tramo, explicó Colom, permanecerá cerrado «por el tiempo que sea necesario debido a la vulnerabilidad que representa» para los pobladores.
Los aguaceros también han provocado el crecimiento de decenas de ríos que han inundado comunidades enteras, destruido puentes, colapsado carreteras y destruido cultivos agrícolas.
La Conred ha evacuado cerca de 4.000 familiares hacia lugares seguros, mientras que más de 5.200 personas permanecen en albergues temporales.
Los departamentos de Escuintla, San Marcos, Quetzaltenango, Sololá, Quiché, Chimaltenango y Sacatepéquez han sido los más afectados.