Los familiares de los mineros manifestaron la esperanza de que los tres planes de rescate que el gobierno de Sebastián Piñera ha evaluado tengan un rápido y feliz desenlace
Con un fuerte bocinazo se conmemoró ayer el primer mes desde que ocurriera el accidente en la mina San José que mantiene sepultado a 33 mineros a 700 metros de profundidad en desierto chileno de Atacama.
A través de imágenes transmitidas en vivo por TV de Chile, autoridades y familiares de los mineros atrapados bajo tierra, escucharon el bocinazo a las 14:00 horas (18:00 GMT) desde las instalaciones del campamento instalado en la superficie de la mina siniestrada.
Los familiares de los mineros manifestaron la esperanza de que los tres planes de rescate que el gobierno de Sebastián Piñera ha evaluado tengan un rápido y feliz desenlace.
Ayer sábado comenzó la primera videoconferencia entre los 33 mineros atrapados en el yacimiento San José y sus familiares reunidos en el campamento «Esperanza».
Cada trabajador pudo comunicarse con tres integrantes de su familia durante un minuto, justo cuando se cumplen 30 días desde que un derrumbe los dejara a 700 metros bajo tierra.
Antonia Godoy, madre del minero Richard Villarroel, relató al canal 24 Horas la emoción que le produjo ver y conversar con su hijo, a quien en los últimos días sólo había oído por teléfono.
«Fue muy emocionante. La verdad es que daban ganas de sacarlo de ahí de la pantalla», confesó la mujer, que de paso reveló que las autoridades les prometieron que más adelante tendrán más tiempo para ver a sus seres queridos.
En esta jornada, de acuerdo a lo informado por el gerente de riesgos del equipo rescatista, René Aguilar, la máquina Strata 950 avanzó hasta lograr 42 metros de perforación.
Los 33 mineros quedaron atrapados el 5 de agosto. Recién después de 17 días se logró establecer contacto con ellos, confirmar que estaban vivos y empezar a comunicarse y enviarles alimentos, abrigo y otros elementos.
Esta semana el grupo superó el récord fijado por tres mineros chinos, que en 2009 sobrevivieron 25 días en el interior de un yacimiento del sur de su país.