Dos personas murieron y un número no precisado resultaron heridas hoy en las violentas protestas registradas en varias ciudades de Haití en rechazo a los resultados preliminares electorales del Consejo Electoral Provisional (CEP).
Las protestas fueron secundadas por miles de personas en Puerto Príncipe, donde numerosas calles quedaron bloqueadas con piedras y barricadas de neumáticos en llamas, lo que hacía casi imposible circular.
Los dos muertos se produjeron, sin embargo, en incidentes semejantes en les Cayes, en el sur, y en Cabo Haitiano, en el norte, donde también hubo un número no precisado de heridos.
El presidente de Haití, René Preval, llamó a la calma a la población y pidió a la Policía y a las fuerzas de la ONU desplegadas en el país que actúen para frenar lo que calificó de «desórdenes».
Desde que ayer se conoció que, según el CEP, los dos candidatos más votados el 28 de noviembre fueron Mirlande Manigat y el oficialista Jude Celestin y que por tanto se disputarán la Presidencia en una segunda vuelta el 16 de enero, se produjeron manifestaciones y disturbios en varios puntos del país.
Los disconformes con esos resultados, que deben ser ratificados en diciembre, son los seguidores del cantante y candidato Michel Martelly, quien quedó en tercer lugar con un 21,84% de los votos frente al 22,48% de Celestin y el 31,37% de Manigat, de acuerdo con el CEP.
Martelly, un cantante de ‘kompa’, ritmo caribeño muy arraigado en Haití, también conocido como «Sweet Micky», había denunciado el día 28 el fraude electoral junto a Manigat y otros diez candidatos a la Presidencia y había exigido la anulación de las elecciones.
Al día siguiente, sin embargo, modificó su posición y pidió la continuidad del proceso electoral para que se escuchara «la voz del pueblo haitiano», según dijo.
Armados con palos, piedras y, en algunos casos, armas de fuego, y provistos de afiches de Martelly, los manifestantes asaltaron hoy en Puerto Príncipe varios locales del partido oficialista, Inite, e incendiaron y dañaron edificios públicos.
La ciudad quedó paralizada casi por completo, con escuelas, comercios, gasolineras, oficinas y establecimientos de todo tipo cerrados ante la violencia de los incidentes, que también causaron un herido en un ataque a una sede de Inite.
Los manifestantes gritaban consignas contra el presidente Préval y contra los resultados de las elecciones, y reclamaban también la presencia de Martelly en la segunda vuelta de las votaciones.
«Hemos votado por él», clamó un grupo de manifestantes partidarios de que Martelly acceda a la Presidencia, ya que esa es la voluntad popular, según dijeron.
Estados Unidos se pronunció sobre la situación por medio de su embajada en Haití, que expresó su disposición a «apoyar los esfuerzos para revisar cuidadosamente las irregularidades» registradas para conseguir «resultados de las elecciones conformes con el deseo que el pueblo haitiano ha expresado a través de su voto».
Junto con otras entidades, «el Gobierno de los Estados Unidos está preocupado por la publicación de los resultados preliminares de las elecciones (…) que no corresponden con los resultados publicados por el Consejo Nacional de Observación (CNO)», añadió la embajada en un comunicado.
El presidente Preval, en respuesta a este comunicado, dijo que «la embajada de Estados Unidos no es el CEP» (Consejo Electoral Provisional, máximo órgano de elecciones).
El mandatario admitió que durante las votaciones hubo «problemas» y «fraude», pero argumentó que «es el árbitro quien toma las decisiones».
Invitó los candidatos a presentar sus impugnaciones frente al tribunal electoral, al considerar que «es la única manera de avanzar en la resolución de los problemas».
También recordó que la Misión de Observación de la Organización de Estados Americanos (OEA) y de la Comunidad del Caribe (CARICOM) destacó que las elecciones tuvieron «problemas», pero consideraron que ello no les privó de «validez».
El secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, expresó su preocupación por las acusaciones de fraude electoral y los episodios de violencia y mostró, por medio de su portavoz, Martin Nesirky, su «fuerte compromiso en apoyo de unas elecciones libres y justas que reflejen la voluntad del pueblo haitiano».
«Esos resultados no son definitivos y están sujetos a las disposiciones estipuladas en la ley electoral», indicó el portavoz del secretario general.
Ban instó «a todos los candidatos a agotar las soluciones formales y los procedimientos legales, lo que permitiría que surgiera una imagen más clara» de lo sucedido, agregó.
Esa sería «la base sólida desde la que avanzar», según Ban.