El cólera reapareció en Haití luego de más de un siglo de haber desaparecido y ya llegó a la vecina República Dominicana, con 105 casos confirmados pero sin reportar decesos
El ministerio haitiano de Salud Pública cifró hoy en dos mil 707 el número de muertos por el cólera en el país, y también con 128 mil 251 contagiados desde la aparición de la epidemia en octubre pasado.
Esa entidad precisa que la afección intestinal invadió el territorio nacional, pero mantiene mayor presión en el norteño departamento de Artibonite, donde comenzó la enfermedad y se halló la bacteria Vibrio Cholerae en el río homónimo que lo atraviesa.
La sureña provincia de Nippes, la última en registrar fallecimientos, ya contabiliza 44 decesos.
Sin embargo, en Grand Anse, (Suroeste), la situación continúa complicada porque la población asocia el brote con hechicerías y no cumple con las disposiciones establecidas para casos de cólera.
Las autoridades locales prevén intensificar las campañas educativas en ese departamento para sensibilizar e informar al pueblo acerca de las precauciones higiénicas, principales síntomas clínicos y orientaciones a seguir.
Además, distribuirán materiales sanitarios entre los habitantes, reforzarán el envío de especialistas, fármacos y insumos humanitarios, así como las labores de saneamiento y potabilización de agua.
El cólera reapareció en Haití luego de más de un siglo de haber desaparecido y ya llegó a la vecina República Dominicana, con 105 casos confirmados pero sin reportar decesos.
La epidemia avanzó en toda la geografía de la nación antillana por los paupérrimos sistemas hidráulicos y de drenaje, los cuales quedaron devastados tras el sismo del pasado 12 de enero.
A petición del Gobierno, Naciones Unidas investigará el origen de la bacteria Vibrio Cholerae, que, según dos estudios internacionales, abunda en el sur de Asia y se difundió a través de excremento humano, comida o agua contaminada transportada por personas que llegaron desde allí.
La enfermedad tiene un periodo de incubación corto y ocasiona vómitos y diarrea abundante que puede conducir con rapidez a una deshidratación grave y a la muerte.