Aunque cree que el cine peruano vive un buen momento "que hay que aprovechar", Andrade opina que "existe poco apoyo, debe hacerse coproducciones con otros países para conseguir financiamiento
Abogado de profesión y teatrista experimentado que acaba de regresar a las tablas, René Andrade es, ante todo, un cineasta. Con varias producciones documentales con su productora Cusco International (aunque él haya nacido en la ayacuchana Cora Cora), hoy trabaja el documental: Perú, la ruta del esclavo.
La producción, encargada por la Unesco, sigue los pasos de los africanos llegados a nuestro país en tiempos coloniales, redescubriendo su historia. Intenta valorar su herencia cultural y seguir el proceso de mestizaje que siguieron los afroperuanos, valorándolos justamente dentro de nuestra sociedad.
«Por ejemplo, en la gastronomía nos enseñaron a comer vísceras, y está el aporte de música en instrumentos como la quijada de burro, el cajón, o simplemente sus ritmos», comenta Andrade.
Con la investigación lista y algunas escenas filmadas, el director siente que el trabajo está avanzado a un 80%, y adelanta que el documental será vendido a un canal de televisión abierta dentro de unos meses. Asimismo, realizarán otra producción sobre la migración africana pero referente a toda Sudamérica, siempre con auspicio de la Unesco.
Además, Andrade viene trabajando en el documental Perú milenario, con un equipo interdisciplinario de antropólogos, sociólogos y comunicadores.
«Hemos empezado con investigaciones de Mónica Grados, en Alemania, y recopilando imágenes y música andina. Hasta ahora hemos cubierto las épocas preíncas e incas», explica el director. Al respecto, el cineasta afirma que «el Perú tiene una riqueza etnocultural tremenda».
Aunque cree que el cine peruano vive un buen momento «que hay que aprovechar», Andrade opina que «existe poco apoyo, debe hacerse coproducciones con otros países para conseguir financiamiento. En el Perú hay excelentes historias, pero se necesitan grandes capitales para filmarlas».
Asimismo, el director acepta que las coproducciones «a veces condicionan los temas y los manejan un poco», y que una buena opción sería el apoyo de entidades privadas, lo que «sería rentable para ellas».
Aprovecha para defender la vigencia del documental como género: «ha perdido importancia para el cine, pero es más fuerte que nunca en la televisión. Hay canales televisivos que solo pasan documentales», comenta.
Como cineasta, Andrade debutó con cortometrajes como Los shipibos o Cora Cora, tierra de los milagros.
En su faceta como teatrista, Andrade fue cofundador de grupos importantes como Arlequín, El Tábano (junto a Hernando Cortés) y la compañía de teatro de la Universidad Federico Villareal. Participó en la compañía teatral de Pepe Vilar.