Una tercera parte de los muertos causados por el que se ha convertido en el peor desastre natural de la historia de Brasil son menores de edad, según datos recogidos por el diario O Globo
Los muertos provocados por las inundaciones y deslizamientos de tierra en Brasil superan ya los 800 y aún se busca a más de 400 desaparecidos, según informaron las autoridades del país.
Las lluvias torrenciales que comenzaron el pasado día 12 de enero y se prolongaron durante varios días anegaron pueblos enteros y provocaron aludes en la región de Serrana, una zona próxima a la capital, Río de Janeiro.
La Secretaría de Salud y Defensa Civil de Río de Janeiro señaló en su último reporte publicado en su sitio web que Nova Friburgo es la localidad más afectada con 391 víctimas mortales, seguida por Teresópolis (327) y Petrópolis (66).
Una tercera parte de los muertos causados por el que se ha convertido en el peor desastre natural de la historia de Brasil son menores de edad, según datos recogidos por el diario O Globo.
Temen que aumente la cifra de muertos
Los equipos de rescate siguen trabajando sin descanso para localizar a todos los desaparecidos, y temen que la verdadera magnitud del desastre sea aún mayor de lo que se cree.
Aún hay muchas localidades que permanecen aisladas y a las que sólo se puede llegar mediante helicópteros.
La Secretaría de Salud y Defensa Civil de Río de Janeiro explicó que grupos de «militares permanecen en las zonas afectadas para ayudar a las víctimas».
Por otro lado, más de 9.000 personas han perdido sus hogares y cerca de 11.000 tuvieron que abandonar temporalmente sus domicilios y permanecen en refugios.
Peligro de enfermedadesLa prioridad ahora, explicaron las autoridades, es evitar que se produzcan nuevas víctimas por enfermedades derivadas de las inundaciones.
La ingesta de agua contaminada es uno de los principales riesgos. Al menos tres personas se han contagiado de leptospirosis, una enfermedad infecciosa provocada por la ingesta de agua mezclada con orina de rata.
El tétano es otro de los peligros del que alertan los médicos, que han estado administrando cientos de vacunas en los últimos días en algunas de las localidades más afectadas como Teresópolis.
El gobierno de Brasil informó esta semana que pondrá en marcha un sistema de alerta que permita prever desastres como este y minimizar sus devastadoras consecuencias.
Según las autoridades, al menos cinco millones de personas viven en zonas de riesgo potencial en el país.